La altura de miras de la gastronomía de Huesca se refleja no solo en sus tres estrellas Michelin. El nivel medio es alto y abarca un abanico muy amplio de propuestas, desde las más tradicionales a las más vanguardistas. Y no solo en las zonas de ambiente del centro, donde se concentran buena parte de los restaurantes, tabernas y sitios de picoteo.

La periferia de Huesca está creciendo bastante y hay barrios nuevos, como la parte baja de Los Olivos, que tardará unos años en desarrollarse plenamente, pero que ya cuenta con interesantes propuestas culinarias. A la sombra del nuevo Palacio de Justicia de Huesca, hace dos años y medio abrió sus puertas Prímula Café. El tirón de los más de 200 funcionarios que trabajan allí y la notable afluencia de gente que va a los juzgados, al registro civil o la audiencia son la base de su clientela, además de los nuevos vecinos que, poco a poco, se van asentando en la zona.

Su fuerte, por lo tanto, es el servicio de cafetería, pero a la hora de comer no pasa desapercibido un interesante menú. Se mantiene de lunes a viernes (14,50 euros) y permite elegir tres opciones de primeros y segundos platos. Casi siempre hay una propuesta verde, una de cuchara y arroz o pasta para empezar, con recetas como judías secas con orejas, chorizo, torteta y butifarra o risotto de setas con jugo de boletus y parmesano.

Son platos muy reconocibles pero con presentaciones cuidadas y, lo más importante, mirando al producto. En las carnes y pescados es donde, tal vez, mejor se refleja esta inquietud. El menú de esta semana, por ejemplo, incluía albóndigas de ciervo con un guiso de callos de ternera y, culminando el plato, una yema de huevo para cuajarla ligeramente junto al resto de ingredientes. Una combinación suave, melosa y equilibrada.

En cuanto a los pescados, el bacalao con gratén de oliva negra y concentrado de tomate al orégano es un buen ejemplo del interés por acercar al comensal el producto tradicional bien trabajado, pero sin estridencias.

Enfocado al picoteo

La carta de Prímula Café no es muy amplia y está bastante enfocada al picoteo. Destacan los calamares presentados en una tempura especial y el lacón con cachelos al pimentón de la Vera. También su colección de hamburguesas, que cada vez atrae a más oscenses. Las hay de ternera del valle de Broto; también de pollo, de conejo y, en breve, llegará la de ternasco de Aragón.

Además, el fin de semana siempre hay alguna sugerencia: desde cabezas de ternasco asadas a la paletilla confitada con jugo de jengibre, soja y lima, o solomillo de cerdo albardado con patatas panadera y sus pimientos del Padrón.

Su ubicación en el extrarradio de Huesca puede parecer un inconveniente, pero lo cierto es que llegar en coche y aparcar en las inmediaciones de este establecimiento no supone ningún quebradero de cabeza. Y este es un detalle que también cuenta.

Prímula Café

Calle de Irene Izarbez, 3. Huesca. Teléfono: 974 234 854. Horario: lunes a viernes de 07.00 a 17.00. Sábado a mediodía, con reserva de grupos. Viernes y sábado, de 20.00 a cierre. Descanso: domingo, cerrado.-Ver otros restaurantes recomendados

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