Vinos frescos y con carácter

Hoy traemos a la mesa de cata tres vinos que llegan de Bodegas Ruberte, empresa de carácter familiar ubicada en la localidad zaragozana de Magallón y acogida a la D. O. Campo de Borja. Son vinos elaborados a partir de uvas seleccionadas y que presentan un carácter que refleja las esencias del terruño en el que se crían las plantas. Esta nueva línea de productos responde a la filosofía de diferenciarse en las estanterías de las tiendas especializadas y supermercados con unas etiquetas atractivas y con un contenido que va a gustar a los consumidores.

La calidad está avalada, por ejemplo, con un premio Bacchus de Oro conseguido por el Ruberte Selección Blanco, elaborado con uvas de moscatel de Alejandría de grano gordo. No es muy habitual encontrar en el mercado este tipo de vinos blancos secos elaborados con moscatel.

Destaca por su profunda frescuras y generosidad aromática, con unas notas frutales muy típicas de esta variedad de uva. Al pasarlo por la boca es muy suave y goloso a la vez, dando una sensación de perfecto equilibrio entre su agradable acidez y el recuerdo del dulce que nos regala la moscatel cuando comemos sus granos. Original, un vino redondo y encantador.

Al mismo nivel de calidad y de precio se encuentra el Garnacha Selección, que al llevarlo a la nariz nos ofrece una auténtico explosión de aromas frutales típicos de esta variedad en el Campo de Borja: moras y arándanos, sobre algunos tonos minerales que se trasmiten del suelo donde se crían las uvas. Al llevarlo a la boca destaca por su buena acidez, que se desliza agradablemente entre taninos maduros que están muy bien integrados.

De esta serie, sobresale un poco por encima del Ruberte Garnacha Selección Premium, que ha permanecido en barricas de roble francés y americano algo más de medio año. Presenta parecidas características organolépticas que el anterior, enriquecidas por esa crianza en la madera, que le aporta complejidad y elegancia, además de las referencias tostadas y especiadas que le regala el roble.

A buen precio

Y como siempre que se da esta circunstancia, hay que destacar la buena relación entre la calidad y el precio de estos tres vinos, que pueden ser una buena opción para un regalo en una caja con vistas a las próximas Navidades, dada su presentación y su calidad.

A mí me ha gustado especialmente el blanco, con el que se pueden ensalzar los sabores de los más variados aperitivos: de unas anchoas en salmuera, por ejemplo, o de unos pimientos del piquillo con bonito en escabeche. También es un gran compañero de todo tipo de arroces, ensaladas y pescados blancos.

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