Decir Rodi es decir garnacha

La Ruta de la Garnacha y el Campo de Borja tienen en el restaurante Rodi un gran punto de apoyo.

La bodega en cerro de las hermanas Rodríguez, que data de la segunda mitad del siglo XIX.
La bodega en cerro de las hermanas Rodríguez, que data de la segunda mitad del siglo XIX.
Eduardo Bueso

Fuendejalón es uno de los núcleos de población de la zona que incluye la D. O. Campo de Borja que más está notando el alza de los vinos de garnacha en los mercados nacionales e internacionales.


El Imperio de la Garnacha tiene aquí feudos importantes, como la cooperativa y la sede central de Bodegas Aragonesas. El restaurante Rodi, que regentan las hermanas Mari y Blanca Rodríguez, también ha hecho de la garnacha su razón de ser en los últimos años.


Para ellas, la garnacha "es una forma de vida", según aseguraban esta semana, durante un almuerzo en el que dieron a conocer a la prensa especializada sus nuevas propuestas gastronómicas, en las que esta uva es sin duda la gran protagonista.

Ibana Moreno y Blanca Rodríguez. Eduardo Bueso

Primero visitamos la bodega de la familia excavada en los cabezos de Fuendejalón, donde antaño cada viticultor elaboraba y guardaba el vino de cada cosecha. Está en perfectas condiciones y, de hecho, se puede visitar como una de las actividades incluidas en la Ruta de la Garnacha del Campo de Borja.


Allí nos ofrecieron un curioso vino dulce moscatel guardado en una tina desde los años 70 del siglo pasado, que sirvió para acompañar una tapa de foie con sal de garnacha y una crema de ajo negro.


Posteriormente, degustamos algunos de los ricos platos que salen de la cocina, en la que las hermanas Rodríguez cuentan con la inestimable ayuda de Ibana Moreno. Nos acompañaron el presidente de la Ruta de la Garnacha, Pedro José Aznar, y el enólogo de Bodegas Aragonesas Javier Vela.


Empezamos con tres entrantes muy bien elaborados y presentados: salmón ahumado al sarmiento de garnacha, migas caseras con garnacha y nido de codornices escabechadas y reducción de garnacha.


El plato de pescado consistió en un exquisito bacalao a la baturra al estilo Bardají mientras que la carne estuvo representada por unas sabrosas carrilleras de cebón al vino de garnacha.


De postre, la típica caña de Fuendejalón, el bombón de orujo casero y un originalísimo granizado de garnacha.


Maridamos los platos con tres referencias de Bodegas Aragonesas: Rosado Centifolia Garnacha, Coto de Hayas Chardonnay y Fagus de Coto de Hayas 2012.


En este suculento almuerzo quedó bien patente la filosofía que sustenta el trabajo honesto e incansable de esta familia: productos de calidad, frescos, de temporada y de cercanía, mimo y cariño y garnacha.


Sal y garnachicos

Las hermanas Rodríguez son unas auténticas emprendedoras a partir de la garnacha, en la que han basado dos productos gourmet que están teniendo mucho éxito en el mercado. Primero lanzaron la Sal de Garnacha Rodi, hace ya casi dos años. Se elabora con las mejores materias primas y garnacha 100% y ya se comercializa en Aragón, País Vasco, Navarra, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Cataluña y Asturias, y también ha dado el salto a la gran distribución.


Se hace con delicados pétalos de sal de manantial fusionados con vino de garnachas centenarias del Campo de Borja, resultando un producto con personalidad, intenso aroma y fina textura, que combina a la perfección con la cocina de tradicional y también con la moderna.


Los Garnachicos de Fuendejalón están hechos con mazapán y vino de garnacha y llevan casi un año en el mercado. Son deliciosos y finos mazapanes con un toque de sal, elaborados de forma artesanal y producidos con las mejores materias primas.


Este pequeño capricho, que se presenta a granel o en formato de 120 gramos, se comercializa en tres versiones: clásicos, glaseados y de chocolate.


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