Café Nolasco: pequeños bocados y café con encanto

Una vistosa propuesta de tapas es la última incorporación de este local cargado de detalles.

Jesús Giménez Gracia, en Nolasco.
Jesús Giménez Gracia, en Nolasco.
V. Castellano

El Café Nolasco lleva casi dos años de rodaje y en este tiempo ha ido consolidando distintos conceptos gastronómicos. Es lo que ha sucedido con sus desayunos y sus afamadas tartas –imprescindible probar la red velvet con mascarpone y la de tres chocolates–; con el menú de mediodía (10,50 euros) y la carta y las copas de la noche.


Alrededor de estos argumentos, el Café Nolasco prácticamente cubre todas las franjas del día y lo hace en un entorno difícil, en una plaza que ha ido perdiendo pujanza gastronómica desde que cerró La Nicolasa y que lleva tiempo intentando encontrar su sitio entre la Magdalena y el Tubo.


Desde luego, por este local no ha quedado. El diseño sigue siendo uno de sus fuertes. Se entra a una especie de patio interior ajardinado; luego está la zona de la barra con mesas altas pegadas a unos ventanales y, al fondo, el comedor y el club, con sofás y algún chéster, para comer en ellos o en sus mesas. Todas las zonas están abiertas a disfrutar de la gastronomía.


El modelo de este establecimiento y su estética fueron muy innovadores cuando se pusieron en marcha; tanto que después han ido surgiendo unos cuantos locales más con un aire muy parecido.


Además del menú y la carta, al Nolasco le faltaba por incorporar la propuesta menos protocolaria de todas, la del tapeo, para la clientela que no le apetece comer sentada. En cualquier caso, esto no es algo a tener muy en cuenta en este local porque todo lo que está en la carta se puede degustar informalmente.


En las tapas también se juega mucho con el concepto visual. Es el caso, por ejemplo, de las hamburguesas de atún rojo o del rollito de primavera sobre espuma de jamón. Emparedados con salmón ahumado y queso batido, empanadillas argentinas con el punto picante tan característico, una pizza casera que se sirve en porciones y, en ocasiones, hasta se ofrece sushi como un argumento más del picoteo.


Cambian mucho las tapas, que siempre están presentes a la hora del vermú y a media tarde, así que es difícil que las diez o doce que salen a diario se repitan. De ellas también se puede disfrutar en las cinco mesas altas del exterior. Frente a los veladores comerciales, son un auténtico lujo de diseño y elegancia, con el detalle de una pequeña lámpara en el centro de las mesas.


Café Nolasco Calle de San Jorge, 18. Zaragoza. Teléfono: 876 017 282. Horario: de 7.00 a 23.00. Fines de semana, hasta las 2.30. Descanso: abierto todos los días.-Ver otros restaurantes recomendados

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