Azarina Fussion: con el listón de la calidad siempre alto

Cocina clásica, bien trabajada y en la que no se baja el nivel de la calidad son sus principales señas de identidad.

Ismael Herrero y Pedro Ruiz, con el jamón de bellota, uno de los iconos de Azarina Fussion.
Ismael Herrero y Pedro Ruiz, con el jamón de bellota, uno de los iconos de Azarina Fussion.
V. C.

Azarina Fussion fue el lugar elegido por Pau Gasol para cenar en la visita relámpago que hizo a Zaragoza a finales de julio con la selección española de baloncesto. Es solo un dato, pero significativo de las buenas referencias que debió recibir de este restaurante.


Ubicado en un entorno muy tranquilo, junto a la plaza de toros, su terraza es especialmente recomendable para disfrutar por la noche. Además, durante el resto del día, si el calor aprieta, cuenta con un nebulizador de agua para rebajar unos cuantos grados la temperatura.


En el apartado gastronómico es uno de esos restaurantes que difícilmente baja el nivel, y el listón lo tiene realmente alto. En la carta aparecen pescados como el rape, que no siempre es fácil conseguir de buena calidad. En ese caso, directamente optan por no ofrecerlo para no defraudar las expectativas de la clientela.


Eso sí, siempre hay alternativas, como recurrir a rodaballos salvajes de dos kilos de peso o a lubinas que superan el kilo de largo. En cuanto a las preparaciones, con este tipo de pescados no se la juegan: los hacen sencillamente al orio, a la brasa y, como mucho, con la compañía de unas crudités de verduras.


Lo mismo podría decirse del marisco, que tiene una gran presencia y resulta muy visible en las vitrinas de la barra, y de otras grandes protagonistas, las setas. Según la temporada, están presentes en distintas épocas del año. El jamón ibérico de bellota al corte y surtidos de quesos, entre los que se incluyen referencias como Idiazábal o uno curado de Ronda, animan la parte de picoteo en la que también se pueden compartir varias ensaladas, como la Azarina (foie, almendra garrapiñada y mango confitado) o el tomate de temporada (de Híjar) con ventresca, que ahora está en su mejor momento.


Otras recetas que forman parte de sus señas de identidad son los huevos rotos con jamón de bellota y trufa negra, o con chipirones y alioli de tinta de calamar. El risotto cremoso de boletus con trufa negra y los caracoles a la llauna y a la riojana también aparecen en una carta en la que casi todo se comparte.


Entrecot y chuletón de buey, solomillo de ternera, cabrito asado, cochinillo y steak tartar preparado a la vista del cliente prácticamente cubren todos los gustos y necesidades de los muy carnívoros.


Dos menús degustación (25 y 30 euros, mínimo dos personas) resumen perfectamente los principales argumentos de la carta. En ellos aparecen varios entrantes fríos y calientes a compartir como el risotto, los huevos rotos, el carpaccio de buey o la ensalada Azarina, y una opción de carne (entrecot con salsa de trufa negra) y otra de pescado (lomo de lubina al orio).


En definitiva, una propuesta redonda, con mucho para elegir dentro de una idea de cocina clásica, bien trabajada, con productos de temporada y donde el listón de la calidad no se baja en ningún momento.


Azarina Fusión Calle de Ramón de Pignatelli, 124. Zaragoza. Teléfono: 976 096 606. Horario: de 8.00 a cierre. Fines de semana, de 11.00 a cierre. Descanso: abierto todos los días.  En agosto, cerrado los domingos.-Ver otros restaurantes recomendados

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