Mesón Martín, 25 años de pasión por la hostelería

Los huevos rotos con foie, las croquetas de carne, de pescado o de boletus, las anchoas al orio, los caracoles, el cocido que sirven todos los jueves en otoño e invierno, las madejas o los callos, por ejemplo. Delicias caseras que salen de la cocina de Mariví Embid. ¿Quién no ha probado alguna vez una de las especialidades de Mesón Martín, un establecimiento imprescindible en la hostelería zaragozana?

Tal día como hoy, un 6 de agosto de 1991, abría sus puertas lo que en principio fue una casa de comidas, con el empuje y el cariño de José Luis Martín y su esposa Mariví, que apostaron por instalarse en La Bozada, un barrio algo apartado de las zonas hosteleras más típicas de la ciudad, después de haber regentado durante varios años el bar del colegio Virgen del Pilar. Entonces, su hijo Sergio, que ahora dirige las riendas desde la barra, era un adolescente. "Era el típico bar de cazuelas, de caracoles, callos, madejas y anchoas, platos que siguen teniendo mucho éxito en estos momentos", recuerda Sergio.

Poco a poco, fueron haciendo muchos clientes, que empezaron a pedirle a Mariví que les sirvieran a ellos lo mismo que comían los propietarios y así fue convirtiéndose en un restaurante. Sin prisa pero sin pausa, fue evolucionando su oferta hasta convertirse en lo que es ahora a principios del presente siglo. Como bien conocen sus clientes, la base de su cocina es el cariño que le pone Mariví y la utilización de productos de la más alta calidad. Además, el ambiente familiar se combina con la pasión por el mundo de los toros y por el fútbol, con una marcada tendencia al Real Madrid, aunque el zaragocismo es también una de sus señas de identidad. De hecho, es frecuente ver sentados a sus mesas a muchos jugadores, miembros del equipo técnico o de la directiva del Real Zaragoza.

El ambiente familiar que siempre ha reinado en el local se palpa también entre los miembros de la plantilla, la mayoría con muchos años de antigüedad en la casa, algo que no es muy habitual en la hostelería.

Hay muchos clientes fijos, con numerosa presencia del mundo empresarial, que conocen a la perfección los platos y raciones que salen de la cocina. Pero también hay clientela flotante, sobre todo los que mandan desde algunos hoteles de la zona, como el Reina Petronila, que saben que allí van a disfrutar los turistas nacionales o extranjeros con platos y raciones ya emblemáticas, como la ensaladilla, el chipirón de Soria, los huevos rotos, los calamares, las madejas, la cecina de Kobe, el rabo de toro al vino tinto o los embutidos, la morcilla o el jamón ibérico. Del mar, destaca el atún rojo del Cantábrico, el bacalao marinado, las gambas rojas de playa, la gamba de Huelva, los mejillones o las anchoas.

Los fines de semana, Mesón Martín abre al mediodía y todo el protagonismo está en la barra, repleta de las mejores tapas para que la gente disfrute con el aperitivo y el vermú. Y los jueves de otoño e invierno, este establecimiento es un lugar de peregrinaje para los incondicionales del cocido. Lleva un añadido muy aragonés, la borraja, y se marida cada semana con vino de las bodegas que siempre han estado en la cava del local, como Bordon, Borsao o Conde Valdemar.

Hoy, brindis con los amigos

Para celebrar estas bodas de plata, Sergio Martín convoca hoy, a partir de las 12.30, a sus amigos y clientes a tomar una caña y un poco de jamón. También se regalará a todos los asistentes la pulsera del aniversario, con los colores de la bandera española. Estará la carroza de caballos de La Zaragozana y se rendirá homenaje a José Luis Martín, que no podrá disfrutar con su familia y amigos esta efemérides, ya que falleció hace cinco años.

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