Pese a todo, el sector hostelero se mueve

Nuevas apuestas gastronómicas de Zaragoza.

Parafraseando a Galileo, podríamos decir que, pese a todo, el sector hostelero se mueve. Frente a quienes auguran malas perspectivas por el parón institucional provocado por la falta de un gobierno central tras dos elecciones seguidas, la hostelería zaragozana registra una fiebre aperturista con la llegada de nuevos proyectos que aumentan la oferta para alegría de los consumidores más exigentes y sirven de acicate a todos los sectores que giran en torno a esta importante actividad del sector servicios.


Bien es cierto que algunos de los nuevos proyectos empresariales vienen a ocupar los huecos que dejaron otros que se quedaron por el camino. Por ejemplo, una de las novedades que se anunciarán la próxima semana: en el local en el que se ubicaba el Bal d’Onsera de Josechu Corella, en la calle del Blasón Aragonés, va a ampliar su trayectoria el joven chef aragonés Franchesko Vera, que llega con su filosofía y la cocina atrevida que ha puesto en práctica en los últimos tiempos en el restaurante Gamberro, en la avenida de Madrid.


Otro emprendedor que expande su peculiar forma de entender la cocina es Cristian Yáñez, que traslada La Ternasca desde la calle de Estébanes al local que ocupó hasta hace pocas fechas el vegetariano Veggie en la calle de Cinegio, 3. Justo enfrente, Cristian y Mariol Velasco abrieron hace poco las puertas de otro local, El Cuartelillo, con unas propuestas sabrosas y desenfadadas que están cuajando entre la clientela del Tubo. Pero la cosa no queda aquí, pues en el local que hasta ahora ocupaba La Ternasca abrirá dentro de unas semanas un nuevo proyecto en el que el protagonismo lo tendrán las brochetas y los espetos, tal vez siguiendo la estela del Yakitoro madrileño de Alberto Chicote.


Y entre las novedades, una que a mí se me antoja importantísima para elevar el nivel gastronómico zaragozano: la nueva apuesta del gran sumiller Jesús Solanas, que dejó hace poco tiempo el Aragonia Palafox. En compañía del cocinero Roberto Alfaro -procedente de los fogones del restaurante Celebris, del hotel Hiberus-, abrirán en septiembre en el hotel Oriente, en el Coso zaragozano, un restaurante muy original. Se llamará Absinthium, parte del nombre científico del ajenjo, con el que se elaboran la absenta, una bebida imprescindible en el mundo de la coctelería, y el vermut. Será un espacio reducido, con pocas mesas, para dar una oferta muy exclusiva, e incluirá un ‘sherry bar’. Mucha suerte a todos.


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