Vermú clásico con toque innovador, en el bar En Frío

Este bar apuesta por el vermú clásico alrededor de vinagrillos, montaditos y tablas de quesos y curados.

José Luis Laín y la oferta del establecimiento En Frío.
José Luis Laín y la oferta del establecimiento En Frío.
V. Castellano

En frío o del tiempo. Así es el tapeo en este céntrico bar de la capital aragonesa En Frío en cuya cocina no hay fogones. Vinagrillos clásicos, montaditos con un punto de innovación, tapas de quesos y curados, y las típicas tablas que también incorporan la presencia de alimentos ahumados son los argumentos con los que se defiende este local, donde se estila la versión clásica del vermuteo: sencillamente para abrir el apetito antes de comer.


El bar es estrecho pero tiene mucho fondo. La sensación al entrar es parecida a la que sugiere su nombre, de una cierta frialdad: las paredes blancas; las baldosas del suelo azules y blancas… Cuatro mesas altas y unos cuantos taburetes son todo el mobiliario que hay para acomodarse. En definitiva, un escenario para un picoteo informal y rápido buscando que haya una rotación alta de clientes.


En el apartado de vinagrillos no ofrece grandes novedades: gildas, boquerones con aceitunas, pepinillos… Resultan curiosos los pimientos rellenos de atún que son como tomates cherry, y uno de los pinchos más interesantes es el de bacalao ahumado en aceite de oliva virgen extra, piparra dulce guipuzcoana y filete de anchoa del Cantábrico. También se ofrece una buena salmuera, presente desde el primer día que el bar abrió sus puertas.


Entre los montaditos los hay tradicionales como los de jamón batido y cangrejo, pero en este recetario sí que se ha apostado por fórmulas más imaginativas buscando el contraste de sabores y texturas. Son habituales los de bacalao, naranja y menta; queso azul con melocotón y anchoa, o solomillo de pato con pera y queso.


Embutidos y quesos

En los embutidos y quesos el listón se ha puesto alto. Tomando León como referencia, de allí es la cecina, el chorizo y un estupendo queso azul. La longaniza sí es aragonesa y se ofrecen dos quesos de la tierra: uno curado del Moncayo y dos variedades –de vino y romero– de la Sierra de Albarracín.


El deseo de potenciar el aperitivo clásico abre una interesante ventana a la posibilidad de degustar vermús de calidad, incluyendo varias referencias francesas e italianas. Pero además de comer y beber, En Frío también permite disfrutar de la cultura. Cuando se reformó el local, sus propietarios dejaron las paredes blancas preparadas para realizar exposiciones.


En Frío Calle de Josefa Amar y Borbón, 13. Zaragoza. Teléfono: 976 961 092 Horario: de 10.00 a 16.00 y de 18.30 a 22.30. Descanso: abierto todos los días.-Ver otros restaurantes recomendados

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