Récord de vinos en busca de medallas

Un total de 575 vinos se han inscrito para participar en la cuarta edición del Concurso Garnachas del Mundo, que, por primera vez, se celebra fuera de su sede habitual, Perpiñán, para hacerlo en la sala capitular del monasterio de Veruela.

Se trata de un récord absoluto de participación, con un incremento de casi cien vinos con respecto al año pasado, en el que participaron 481 referencias, que fueron catadas por 80 jueces, de los que nueve eran de Aragón.

Este año participarán un número similar de jueces, llegados de prácticamente todos los rincones del planeta, que deberán aplicarse para valorar este récord de vinos concursantes, entre los que este año predominan los procedentes de zonas elaboradoras de España, país que aporta 352 varietales de garnacha. Francia e Italia van a la zaga en cuanto al número de vinos presentados y esta vez hay, por primera vez, concursantes de Grecia.

Según Frédéric Galtier, delegado en España del Concurso Garnachas del Mundo, que se celebra habitualmente en Perpiñán –donde tiene su sede el Consejo Interprofesional de los Vinos del Rosellón–, el hecho de que este año se celebre al sur de los Pirineos ha provocado un efecto llamada entre las bodegas españolas y han llegado vinos de denominaciones de origen poco ‘garnacheras’ como Cigales y Alicante.

Desarrollo de la cata

El jurado del concurso se articula en comisiones. Cada comisión está compuesta, en principio, de cinco jueces (dos franceses y 3 de otras nacionalidades). En ningún caso, el número de jurados por comisión puede ser inferior a cinco personas. Los jueces son profesionales con experiencia y capacidad de cata. Se seleccionan entre los mejores especialistas en cata de vinos que trabajan en los ámbitos de la producción, de la venta, comunicación o consumo del vino, por lo que hay enólogos, bodegueros, sumilleres y periodistas especializados.

El concurso se desarrolla bajo el principio del anonimato absoluto. Por ello, no pueden identificar el vino, su origen, su precio ni otros detalles que pudieran orientar sus puntuaciones. Cada vino se cata individualmente y de manera no comparativa. Cada jurado rellena una ficha de cata por cada vino que degusta, donde puntúa e incluye comentarios sobre el aspecto visual, el olfativo, la impresión en boca y la la impresión general que le ha provocado.

Las puntuaciones finales se contabilizan después por los organizadores y en función de las mismas se conceden las medallas, de acuerdo al siguiente baremo: gran medalla de oro (nota entre 92,5 y 100 puntos); medalla de oro (nota entre 87 y 92,4 puntos) y medalla de plata (entre 84 y 86,9 puntos).

La llegada de los jurados está prevista para el próximo jueves, día 4 de febrero, por la mañana. A las 14.30, habrá una recepción oficial y un cóctel en la Diputación Provincial de Zaragoza.

Jornada sobre los aromas

Por la tarde, asistirán a una sesión técnica, abierta a todo el público previa inscripción, titulada 'El aroma, fuente de placer', en la que se pretende explicar, desde un punto de vista científico, por qué el vino es una de las bebidas que más sensaciones es capaz de evocar. El doctor Vicente Ferreira, director del Laboratorio de Análisis del Aroma y Enología de la Universidad de Zaragoza, dirigirá el acto, acompañado de ponentes prestigiosos. En este acto se presentarán los resultados del proyecto Terroir de la Garnacha de Campo de Borja.

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