La Asociación de Sumilleres de Aragón retomó la semana pasada su actividad después de una larga temporada sin realizar acciones periódicas. El lugar escogido para comenzar el nuevo curso fue el restaurante La Bastilla, que será el escenario mensual de las diferentes actividades que este grupo de expertos viene desarrollando desde el nacimiento de esta asociación.

Presentaciones, catas, nuevas tendencias y un largo etcétera completarán un amplio programa anual.

La tarde comenzó con una cata de vinos muy especial, titulada 'Vinos del Atlántico', en su mayoría eran blancos gallegos y tintos de Burdeos. Todos los asistentes participaron muy animados y hablaron de esos matices que estos profesionales son capaces de percibir con gran precisión.

Como colofón a la reunión, José Ignacio Acirón, chef ejecutivo del Grupo La Bastilla, presentó a estos exigentes comensales las últimas creaciones de su cocina. Manzana en texturas, tartar de tomate seco de Caspe con sardina ahumada, chupito de mango con langostinos, guacamole y huevas de pez volador, croqueta en copa (cebolla caramelizada, jamón y espuma de bechamel), albóndigas de ternasco con salsa de trufa y estofado de fresas fueron algunos de los platos que los sumilleres maridaron para esta ocasión con los vinos que bebieron.

La Asociación de Sumilleres de Aragón es la más longeva de la tres que aglutinan al sector hostelero en la región. Actualmente es una de las más acreditadas a nivel nacional con figuras reconocidas dentro y fuera de nuestras fronteras. Ha sido, sin duda, la impulsora de la sumillería en Aragón a todos los niveles. La realización del primer curso de sumillería fue una realidad en el curso 93-94, con una treintena de inscripciones y una selección de profesionales docentes.

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