​Las garnachas del mundo se citan en el Monasterio de Veruela en febrero

Los vinos presentados a concurso, con un mínimo de un 60% de garnacha en su composición, optarán a medallas de oro, plata y bronce.

En el acto han participado el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Luis María Beamonte; el presidente de la D.O. Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, y el presidente del Consejo Interprofesional de Vinos del Roussillon, Fabrice Rieu.
?Las garnachas del mundo se citan en el Monasterio de Veruela en febrero

Los elaboradores de vinos de garnacha, sumilleres y aficionados tendrán una cita el 5 de febrero de 2016 en el monasterio cisterciense de Veruela (Zaragoza), que albergará el IV Concurso Internacional Garnachas del Mundo.


Por primera vez desde que el Consejo Interprofesional de Vinos del Roussillon (Francia) lo puso en marcha en 2013, la cita saltará más allá de los Pirineos y la Denominación de Origen Campo de Borja asumirá la organización del concurso.


El presidente de la Diputación de Zaragoza, Luis María Beamonte, el del Consejo Regulador de la Denominación, Eduardo Ibáñez, y el del Consejo Interprofesional de Vinos del Roussillon, Fabrice Rieu, han presentado esta cuarta edición en la que esperan volver a batir récords de participantes y superar los 600 que se dieron cita en la pasada edición, en la ciudad francesa de Perpignan.


No obstante, la presentación de vinos a concurso no se cerrará hasta pocos días antes de la celebración del certamen por lo que hasta el último momento no se conocerá el número total de concursantes.


Los vinos presentados a concurso, todos ellos con un mínimo de un 60% de garnacha en su composición, optarán a medallas de oro, plata y bronce que otorgará un jurado con casi un centenar de expertos y que hará público la Noche de las Garnachas, abierta al público en la sede de Bantierra en Zaragoza, en el Antiguo Casino Mercantil.


Los vinos deberán proceder de la variedad garnacha (blanca, negra, roja o gris), de todas las categorías (vinos secos, "semis", dulces, dulces naturales, vinos de licor, espumosos, u otros), con denominación de origen geográfico, procedente de cualquier país o región vitivinícola del mundo.


La producción mínima de los que se presenten será de 1.000 litros y deberán estar destinados a la venta, aunque admitirán un volumen inferior en caso de producción sumamente débil siempre y cuando la producción supere los 100 litros.


Fabrice Rieu ha recordado en la presentación que en el Roussillon cuentan con trece denominaciones de origen y el concurso nació como una forma de dar a conocer esta uva que en el mundo cuenta con unas 200.000 hectáreas de cultivo.


Desde la primera edición, la presencia española ha sido siempre muy importante, sobre todo de los de Borja, y en la anterior cita la participación francesa por los procedentes de la península Ibérica, "aunque solo por uno" por la española.


Tras un periodo de maduración y tres ediciones, se decidió cruzar fronteras y convertir en itinerante un Concurso que ha llegado al Campo de Borja tras imponerse a Terra Alta (Tarragona) y Cerdeña (Italia), aunque desde que conocieron la propuesta del monasterio de Veruela "quizá no hubo competición", ha reconocido Rieu.


En su opinión, Borja, por el monasterio cisterciense de Veruela, que está previsto ya se encuentre operativo como Parador Nacional, o por su museo de la garnacha, se convertirá "probablemente en el referente" para la siguiente edición en 2017.


Este concurso lo ha definido como una manera de entablar un enlace con todas las tierras que cuentan con vides de garnacha en el mundo y también una forma de desarrollar el enoturismo.


Por su parte, Luis María Beamonte ha expresado la satisfacción de poder albergar el concurso en "una joya del patrimonio cisterciense" y que ha contado con el respaldo de las otras denominaciones de origen de la provincia de Zaragoza, como Cariñena y Calatayud, así como de la Diputación.


El concurso lo ha calificado como un gran escaparate, tanto en el aspecto económico como en el de imagen, y todos los que lo respaldan confían en que será "un éxito".


Por otro lado, Eduardo Ibáñez ha destacado que "el imperio de la garnacha", como revelan sus alrededor de 5.000 hectáreas de viñedo de esta variedad existentes, es en realidad el fruto de "décadas de pasión y duro trabajo".


Asimismo, ha recordado que por la garnacha en Borja apostaron desde que empezó a funcionar la denominación en 1980 y lo hicieron por vinos monovarietales "mágicos", gracias a su personalidad y su peculiar aroma. 


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