Vino Paniza Viñas Viejas 2012, un tinto de garnacha equilibrado
Es un varietal muy versátil que acompaña aperitivos, carnes y pescados más bien grasos.
Normalmente, los vinos elaborados con uvas procedentes de viñas viejas son vinos con bastante cuerpo y con tanino acusado. Ello es debido a la alta concentración de las escasas uvas que producen las plantas de mucha edad. Pero de estas plantaciones antiguas también se pueden obtener vinos, en este caso de garnacha, no tan sustanciosos, más equilibrados y fáciles de beber.
Un claro ejemplo de ello es este tinto de Bodegas Paniza, elaborado con viñas viejas de hasta 100 años que provienen de las zonas más elevadas de los alrededores de esta población, incluida en el territorio de la D. O. Cariñena. Para elaborarlo, tras el estrujado y despalillado, las uvas fermentan durante 15 días a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable, con varios remontados diarios. Tras el descube y posterior fermentación maloláctica, el vino se cría en barricas de roble durante 6 meses. Posteriormente se embotella y permanece en el silencio de la bodega hasta el momento de salir al mercado.
Este varietal muestra claramente la sedosidad de la garnacha bien trabajada, que se expresa con unos signos de elegancia al alcance de todos los paladares. Destacable es también su versatilidad, pues pasa perfectamente como vino de aperitivo, en la barra del bar y de la taberna, y mucho mejor en la mesa, acompañando platos de carne y otros elaborados con pescados más bien grasos.
Paniza Viñas Viejas 2012
Elaborado por Bodegas Paniza (D. O. Cariñena) con uvas de garnachas viejas. Precio: 7 euros.
