Las cestas de Navidad se vuelven temáticas para sortear la crisis

Se busca personalizar los regalos para sorprender a los cocinillas y cocteleros con los detalles.

Cesta de Navidad de Montal
Las cestas de Navidad se vuelven temáticas para sortear la crisis
Tienda Montal

Poner buena cara al mal tiempo es lo que han hecho las empresas especializadas en cestas de navidad y la distribución: han buscado la fórmula para reactivar un sector que se ha dejado un 40 % de su valor en la crisis con la personalización de regalos que buscan sorprender a los cocinillas y cocteleros.


Vistosas cajitas de botánicos, cucharillas de cóctel especiales, ginebras insólitas o simplemente favoritas, cajas musicales de dulces, mermeladas, chocolates y turrones tradiciones o sorprendentes con gusto a mojito o "gin tonic", cervezas artesanales o cestas para amantes del "sushi" o de los "cupcakes"; todo cabe, y el presupuesto se pliega o despliega en función del bolsillo.


La distribución "exhibe sus encantos" en los centros para que el cliente recupere, si es que lo perdió, o se enganche de nuevo al gusto de regalar, con la tendencia del regalo personalizado como la moda de estas navidades.


Si la costumbre de regalar la cesta de Navidad tiene reminiscencias en la "sportula" romana, cuando el patrono repartía un cesto de comida a sus "protegidos", en España se popularizó a finales del siglo XIX, cuando algunos departamentos de organismos públicos comenzaron a distribuirla entre sus empleados.


Pero es a mediados del siglo XX cuando esa costumbre se instala en el sector privado y se convierte en un gesto tan esperado como la paga extra.


Ahora, acabada la época de los excesos, todo se vuelve drásticamente más racional, muchas empresas se ven obligadas a renunciar a ese gesto con sus trabajadores, otras los redimensionan -por supuesto, han quedado desterradas las cestas de Navidad con tantos niveles que alcanzaban casi la altura del techo de la casa- y en muchos casos se sustituyen por regalos más personales.


"Hemos notado un cambio en los pedidos, que buscan cestas más personalizadas para amigos y clientes. Siguen solicitando los productos clásicos de charcutería, como el jamón, pero también aceites, sales, ginebra o champán", asegura a Efe el responsable de Gourmet Experience de El Corte Inglés de la madrileña Gran Vía, Germán Alguacil.

Según éste, no solo son empresarios los que buscan cestas para sus empleados, también hay particulares que quieren regalar a sus familiares y amistades.


A su juicio, son las mismas referencias de siempre, pero seleccionadas de una forma más especial: "Se regala con el objetivo de agradar y el que lo va a recibir valora que la cesta está hecha de forma personal y con detalle".


Como envoltorio todo vale, desde las cestas de mimbre con toque de "picnic", baúles que por sí solos son un regalo, cajas de vistosos colores, elegantes bandejas e incluso las clásicas cajas de cartón de los tradicionales lotes, pero diseñadas para un fácil transporte.


La crisis, sin embargo, también ha brindado oportunidades; es el caso de cestalia.com, empresa creada en 2007 que solo opera en internet y que ha pasado de unas ventas de 7.000 unidades en su primer año a lograr unos pedidos de 30.000 en la actualidad (un 9 % más que en 2013).


Su gerente, Cristóbal López, explica a Efe que en 2008 notaron la crisis de la construcción, que en la actualidad los regalos son de menor precio (en su caso oscilan entre los 12 y los 900 euros) y que las pequeñas empresas siguen dando lotes de Navidad a sus trabajadores.


El regalo solidario es, en estas fechas, otra de las opciones escogidas para incluir en la cesta, aunque en este colectivo la crisis ha dejado una mella más profunda, según asegura desde la organización de comercio justo Setem, Isabel Menéndez.


Menéndez detalla que desde que empezó la crisis, la venta de cestas de Navidad, de alimentos de comercio justo en tienda o para las empresas para sus lotes y regalos y en mercadillos ha caído un 80 %.


En su opinión, entre las causas de ese descenso se encuentra la desaparición de empresas y que otras compañías han reducido su presupuesto o han dejado de elegir esta opción; entre los alimentos más demandados en las cestas de Navidad de comercio justo destacan el café y las infusiones.


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