"En cocina, la tradición bien entendida es vanguardia"

La chef Esther Manzano obtuvo una estrella Michelin por su restaurante La Salgar, en Gijón.

Esther Manzano, chef del restaurante La Salgar
"En cocina, la tradición bien entendida es vanguardia"
Efe

La chef Esther Manzano, la primera mujer asturiana en obtener una estrella Michelin por su restaurante La Salgar (Gijón), ha confesado que gran parte de su éxito radica en cumplir con la premisa de que en la alta cocina "la tradición bien entendida es vanguardia".


Manzano pertenece a una saga de cocineros cuyo éxito traspasa fronteras como es el caso de su hermano Nacho Manzano, reconocido con dos estrellas y de quien ha aprendido "el amor por la cocina" y a entregarse a ella "en cuerpo y alma desinteresadamente", ha dicho en una entrevista con Efe.


No obstante, ha confesado que su pasión por los fogones nació gracias a su madre, con quien empezó a los 20 años haciendo "comida por encargo" en el bar tienda que regentaba la familia y que, más tarde, se convertiría en la actual Casa Marcial, el restaurante ubicado en Arriondas que actualmente dirige su hermano.


Según ha señalado, allí descubrió el gusto de trabajar con productos "de la tierra", con una profunda "raíz asturiana", como el arroz con "pitu de caleya" (pollo de aldea) que Esther Manzano se atrevió a "introducir en la alta cocina". La chef es una fiel defensora de fusionar la cocina que se guisa "en las casas" con "lo que viene de fuera".


Manzano ha asegurado que la gastronomía española, "de la que se habla en todo el mundo", está viviendo un momento "excelente" aunque como en todos los sectores el actual contexto económico azota también al mundo gastronómico.

"Salir a comer fuera no está al alcance de todos. Hay menos afluencia en los restaurantes pero el público se ha vuelto más exigente. Ahora más que nunca hay que estar a la altura", ha apuntado antes de señalar que sus principales ingredientes para capear la crisis pasan por conjugar "nuevas ideas" y "reinventarse".


Manzano recibió su primera estrella Michelin el año pasado, un reconocimiento que supuso una gran repercusión mediática y que ha conseguido que la gente que se acerca hasta su local busque "otras expectativas".


"El 2013 fue un año muy bueno. Un año de reconocimiento al trabajo y a la búsqueda de mejora", ha apuntado la cocinera, quien resta importancia al hecho de que haya sido la primera mujer asturiana en obtener tan preciado distintivo. "Es sólo un dato", ha agregado.


La chef ha dicho que nunca ha sentido la "discriminación" entre fogones y, en su opinión, "la mujer está cada vez más presente en todos los ámbitos de la cocina. "No hay ninguna diferencia respecto a los hombres", ha incidido.


La cocinera también ha reconocido que los programas de televisión de cocina permiten hacer más visible la profesión, que la gente se anime a conocer el oficio y que los más pequeños se aficionen y elaboren sus primeros platos.


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