Acaba de salir al mercado la añada 2012 de Cayus, la quinta desde que Crianzas y Viñedos Santo Cristo, de Ainzón (D.O. Campo de Borja) decidiera apostar por elaborar un vino de autor que, aunque se sitúa inmediatamente por debajo en el escalafón del ‘top’ de la bodega, el Peñazuela, muy poco tiene que envidiar a su hermano mayor. Roberto Pérez, enólogo de la cooperativa, cuyos componentes están estos días en plenas labores de vendimia, ha conseguido dar un toque tan personal al Cayus que la etiqueta de la añada 2012 incluye como novedad la firma del director técnico.

El diseño de la etiqueta es lo único que cambia en el concepto del vino, cuyo nombre recuerda la denominación con la que los romanos se referían a la montaña en la que se crían las uvas, el Moncayo (Mons Caius, por el calor cano de la nieve que tiñe la cumbre gran parte del año). Y en verdad que hace honor a su procedencia, pues las características del terreno y del clima de esta zona forjan el carácter de los vinos de garnachas viejas que tanto están gustando en el mundo entero.

El contenido es, pues, una muestra clara de la potencialidad de las garnachas viejas plantadas en vaso en terrenos arcillosos de las laderas de esta montaña. En los años con poca pluviometría, el rendimiento apenas supera los 1.000 kilos de uva por hectárea. Estas uvas tan concentradas se vinifican en depósitos pequeños (de unos 5.000 kilos), donde hacen la fermentación maloláctica antes de pasar a la crianza en barricas de roble francés de segundo uso. Allí permanecen una media de 10 meses y, después de una selección de las mejores barricas, se envasa el contenido en unas 5.000 botellas.

Redondo y elegante

El resultado es un vino muy redondo que pasa por la boca dejando sobradas muestras de su poderío y de su elegancia. Destacan las notas de frutas rojas, más bien maduras, sobre un fondo de especias, tostados de la madera y tabaco. Su estructura está tan bien armada que consigue que para nada se noten los más de 15 grados alcohólicos que contabiliza en su etiqueta.

Por todo lo dicho, es un vino que agrada tanto a los aficionados más avezados como a quienes no entienden demasiado de grandes vinos. Juega también a su favor la estupenda relación calidad-precio de la que hace gala.

Es especialmente recomendable para acompañar asados y carnes rojas, platos de caza y embutidos, así como determinados quesos, por lo que puede dar mucho juego en las bien surtidas mesas que se acostumbran a preparar durante las ya próximas fiestas del Pilar.

Un buen producto de una de las bodegas más innovadoras de la D. O. Campo de Borja, tanto con la variedad garnacha como con otras variedades blancas menos conocidas.

?Cayus 2012

Variedades: 100% garnacha de cepas viejas. Crianza: 10 meses en barricas de roble francés. Precio: 11 euros.

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