Gastronomía

Casa Lac reabre y se reencuentra con sus casi 200 años de historia

Inauguración del Restaurante Casa Lac
Casa Lac vuelve a abrir y busca cocinero
PEDRO ETURA

A partir del próximo lunes, el mostrador de Casa Lac volverá a llenarse de raciones de pularda a las uvas, de bocadillos de lomo al oporto, de platos de huevos revueltos, de tapas de alcachofas salteadas con jamón y de otros tradicionales bocados que todavía forman parte de la memoria sentimental y culinaria de varias generaciones de zaragozanos. Después de cinco años de paréntesis para recuperarse de los achaques del tiempo, este emblemático establecimiento del Tubo zaragozano -ubicado en la calle Mártires, 12- empezará a añadir otra vez años a su larga trayectoria, cuyo inicio está datado en 1825, lo que lo convierte en el restaurante más antiguo de España y uno de los más viejos de Europa. Su dilatada historia se interrumpió en 2003 debido a la antigüedad del inmueble, que fue adquirido por el empresario zaragozano Arturo Beltrán. Desde entonces se han llevado a cabo unas concienzudas obras de restauración, a las que se están dando los últimos retoques estos días.


La empresaria de hostelería Mariángeles Guerrero se ha hecho con la concesión del bar y del restaurante, que gestionará con su socio, el cocinero Eduardo Martínez, con quien también dirige el restaurante Don Pascual, ubicado en Residencial Paraíso. Esta emprendedora empresaria abrió hace unos meses, también en sociedad, la enoteca Divinos, en la calle Asalto, 37, desde donde, además de vender más de quinientas referencias vinícolas de dentro y fuera de Aragón, hace una importante labor de difusión de la cultura que rodea al mundo del vino.


"Estamos muy ilusionados con este nuevo proyecto porque es un lugar que siempre ha sido una referencia en la hostelería de Zaragoza y de España y queremos que vuelva a ocupar el sitio que le corresponde", señaló ayer Mariángeles Guerrero.


En parte por recuperar y mantener la tradición gastronómica que se practicaba en este establecimiento y en parte porque "existe cierto hartazgo hacia la cocina tan moderna e innovadora" que se puede encontrar por todas partes, la carta de Casa Lac estará sustentada en las bases de la cocina tradicional aragonesa. Así, entre los platos fijos estarán los entremeses y raciones con abundante jamón de Teruel y los pescados de siempre, como la merluza en salsa verde con almejas o el suquet de pescado bien surtido de rape, dorada o lubina. En el apartado de carnes, no faltarán los jarretes de ternasco, los solomillos de ternera y guisos con el cerdo como elemento básico. "Queremos que la gente coma abundante y coma bien", afirma la directora del establecimiento, en lo que bien podría ser un lema publicitario para atraer a futuros clientes.


Teniendo en cuenta los conocimientos de Guerrero sobre el mundo vitivinícola y las ramificaciones empresariales de Arturo Beltrán, propietario del edificio, en algunas bodegas, la oferta de vinos será otro de los puntales en los que se asentará la nueva andadura de Casa Lac, cuya inauguración está prevista para el próximo lunes por la tarde. "No son unas fechas muy propicias para coger rodaje, pero teníamos que estar abiertos ya para las fiestas del Pilar, no podemos dejar pasar unas fechas tan señaladas", señala Mariángeles Guerrero.


Recuperación integral



La recuperación del establecimiento -con el bar en la planta baja, y la cocina y el comedor en el primer piso- ha ido pareja a la rehabilitación integral de todo el edificio, donde se han habilitado seis apartamentos y un ático. Lo más costoso ha sido volver a dar esplendor al afamado bar restaurante, que recupera el aspecto que tenía a principios del siglo XX. Los trabajos se han llevado a cabo bajo la dirección del decorador Emilio Piqueras y han permitido recuperar con todo detalle las lámparas, los apliques, los espejos, las vitrinas y las decoraciones en madera y escayola. La fachada también ha quedado como nueva.



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