Viajes Marsans despide a toda su plantilla

El culebrón de Viajes Marsans se termina de la peor forma posible. Todos sus empleados despedidos apenas mes y medio después de que sus propietarios, Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal CEOE, y Gonzalo Pascual la vendieran el grupo a la firma Posibilumm Business. Esta no ha puesto dinero sobre la mesa para salvar a la compañía, que se ha visto abocada a la liquidación. En el último capítulo los trabajadores de Viajes Marsans, que vienen sufriendo los retrasos en los pagos y la falta de actividad en las ofivinas aceptaron la propuesta de la compañía de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción que afectará a la práctica totalidad de la plantilla, unos 1.400 empleados, a la vista de la "nula viabilidad" de la compañía.

32 días por año

Fuentes de UGT señalan que las condiciones del ERE "estarán dentro de la normalidad a pesar de las dificultades de la empresa", e incluirán una indemnización de 32 días por año trabajado, con un máximo de 30 mensualidades y un tope de 70.000 euros "por motivos morales". Parte de la financiación del expediente provendrá del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y el resto corresponderá a la masa concursal. El ERE, que se firmó ayer, destinará también un fondo de 1,9 millones de euros para el "personal de difícil colocación", como mayores de 50 años o trabajadores con discapacidad. "Los empleados están sometidos a una gran presión psicológica, van a trabajar y se encuentran con que no tienen nada que hacer; hay que terminar con esta situación lo antes posible", dijo el sindicato.

Por su parte, desde la compañía se aseguró que esta operación no supone el fin de la actividad, ya que "continúa pendiente de finalizarse la venta de algunos activos", lo que podría aportar fondos para "retomar poco a poco la actividad". Medio centenar de trabajadores trabajarán "de manera voluntaria y con el sueldo asegurado" en labores administrativas. La plantilla de otra las filiales en concurso de acreedores, Viajes Crisol, espera el mismo final.

UGT se está planteando iniciar acciones judiciales con otros acreedores contra los anteriores dueños, Díaz Ferrán y Pascual. "No vamos a consentir que nos hayan llevado a la ruina y ahora se vayan de rositas", añadieron.

Por su parte, Díaz Ferrán, que anunció "nuevos proyectos" dijo que si Marsans hubiera tenido dificultades "en momentos de bonanza" se hubieran obtenido créditos y "no habría pasado nada".

"Soy empresario desde que tengo uso de razón, empecé yendo de cobrador en un bus que conducía mi padre. Monté la primera empresa en el 67, llevo cuarenta y tantos años de empresario. Nací con espíritu emprendedor y seguiré con él, por descontado", subrayó.