ENERGÍA

Los consumidores no muestran interés por el bono social, según las compañías eléctricas

Un mes después de la liberalización del mercado eléctrico no se han producido grandes cambios. Algunos consumidores siguen haciendo cola en la puerta de las empresas para apuntarse a la congelación de precios, otros no se deciden por las escasas ofertas que hay en el mercado, y la mayoría no han hecho nada y pagan lo que viene en la factura sin preocuparse más. El 1 de julio entró en vigor una tarifa de protección y casi 5 millones de usuarios pueden optar por el bono social, que según los primeros datos no ha contado con muchas peticiones. Las principales comercializadoras coinciden en que este estancamiento se debe al «efecto verano», de manera que gran número de los clientes que accedieron al bono en el primer mes lo hicieron de forma automática.


El ahorro que supone, unos 70 céntimos al mes, parece no ser suficiente para algunos beneficiarios, que no quieren dedicar parte de sus vacaciones a hacer las gestiones necesarias para sumarse a él. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, afirmó días atrás que cerca de 3 millones ya habían accedido al bono. Parece claro que la gran mayoría pasaron directamente a comienzos del pasado mes por tener contratada una potencia inferior a 3kw.


Por eso, cuatro de las cinco comercializadoras que pueden ofrecer el bono social afirman que no se han visto desbordadas por las nuevas tareas administrativas que tienen que asumir. Sólo desde Iberdrola reconocen que las consultas se han multiplicado, pero declaran que todo ha ido «bastante bien», y que en el último mes, y gracias a sus nuevas ofertas, la cartera de clientes aumentó (aunque aún no cuentan con datos oficiales que lo corroboren).


Destacan, además, el gran «hincapié que han hecho en atención al cliente» y la gama de descuentos para los consumidores de más de 10kw en el mercado libre, como las pymes, los regantes y los usuarios domésticos de la antigua tarifa nocturna, «que son los que más consumen». Las posibles ofertas para el grueso de los hogares -con potencia contratada entre 3 y 10 kw, y sin acceso al bono social- «están en estudio», pues de momento el déficit no permite hacer grandes promociones.

Sin ofertas

El caso contrario lo protagoniza Endesa, donde se está viendo «poco movimiento» debido al «efecto verano». La eléctrica no hace balance de este primer mes, ya que «es pronto aún para hacer valoraciones. Habrá que esperar a septiembre». Sin embargo, lo que si tienen claro es que de momento no hay ofertas interesantes para el mercado doméstico.


En Unión Fenosa afirman que desde el uno de julio «todo ha trascurrido con normalidad». De las peticiones recibidas destacan las realizadas por los pensionistas, que hasta el día 27 fueron 12.503, de las 12.973 totales. Las familias numerosas entregaron 351 solicitudes y los desempleados 119. Cantidades que pueden parecer poco relevantes, ya que son muchos más los consumidores que pueden optar al bono, aunque gran parte de ellos accedieron directamente. Es el caso de Hidrocantábrico, donde reconocen que «muy poca gente ha solicitado el bono social, probablemente porque estamos en verano». Más de 32.000 clientes pasaron de forma automática y unos 2.600 lo pidieron en el último mes. Igual que en Unión Fenosa, la mayoría de las peticiones fueron de los pensionistas, pues la Administración les envía una carta para avisarlos de que pueden optar al bono. Es lógico también que les sigan las familias numerosas, que sólo deben presentar el libro de familia. Los desempleados tienen que certificar que lo son, y es la Agencia Tributaria la que da el visto bueno a la petición.


Respecto al mercado libre, Hidrocantábrico declara que de más de 600.000 clientes que tenían que pasarse, la mayoría ya lo habían hecho antes de julio, mes en el que sólo quedaban unos 12.000 usuarios por hacerlo.