Crisis financiera

La OCDE avisa de un estancamiento de la zona euro en 2012

"España ha hecho y está haciendo lo que hace falta" con reformas como la de las pensiones, de la negociación colectiva, el sector financiero o el ajuste del gasto, pero ahora es deudora del contexto general y de lo que se haga en la zona euro, indicó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

La ralentización económica global va a traducirse el año próximo sobre todo en un estancamiento de la zona euro, según la OCDE, a la que urge a aplicar sin dilación los acuerdos de la semana pasada porque no excluye una recesión en caso de un nuevo deterioro de las condiciones financieras.


En vísperas de la cumbre del G20 de Cannes los próximos jueves y viernes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó hoy el panorama para los países que acudirán a esa cita, y en especial el de un "crecimiento mediocre" en la zona euro y Estados Unidos, en palabras de su secretario general, Ángel Gurría.


En Estados Unidos, ese crecimiento será del 1,7 % y del 1,8 % en 2012 (la OCDE auguraba un 2,6 % y un 3,1 % respectivamente en mayo), antes de una verdadera recuperación en 2013 con el 2,5 %, de acuerdo con unas perspectivas marcadas por un grado de incertidumbre que se ha disparado en los últimos meses.


La gran preocupación, en cualquier caso, está en la zona euro cuyo Producto Interior Bruto (PIB) aumentará un 1,7 % este año, pero sólo un 0,3 % en 2012, muy por debajo del ritmo del 2 % que la organización calculaba para esos dos ejercicios en mayo. En 2013, con un 1,5 % no se llegaría siquiera al nivel de 2011.


Aunque la OCDE reconoció que es posible una caída del PIB en unos u otros miembros de la moneda única, Gurría no quiso dar cifras desglosadas por países en la presentación a la prensa, remitió sobre ese punto al estudio semestral que se divulgará a finales de mes, y se limitó a hacer algunos comentarios.


"España ha hecho y está haciendo lo que hace falta" con reformas como la de las pensiones, de la negociación colectiva, el sector financiero o el ajuste del gasto, pero ahora es deudora del contexto general y de lo que se haga en la zona euro, indicó.


Interrogado a continuación sobre Italia, declaró que "los políticos de uno y otro país son diferentes", y también que las medidas tomadas en los últimos tiempos "van en la buena dirección" y que es importante hacerlas creíbles.


Gurría alabó los compromisos de la cumbre de la zona euro del pasado día 26 porque "las cuestiones están bien identificadas" y además "el tamaño de los instrumentos están a la altura de los retos", pero reiteró que lo fundamental ahora es ejecutarlo y ofrecer información detallada sobre cómo se va a hacer.


La OCDE previno de que si los compromisos europeos no consiguieran restablecer la confianza y hubiera un contagio de la crisis de las deudas soberanas o la política fiscal se tensara en Estados Unidos, podría reproducirse un deterioro de las condiciones financieras como en la crisis de 2007-2009.


En ese escenario, que no es el privilegiado, algunos de los grandes países desarrollados podrían tener una recesión de hasta el 5 % hasta el primer trimestre de 2013.


Gurría volvió a señalar que de la misma forma que es imprescindible el ajuste en los países que están bajo presión por el desequilibrio de sus cuentas públicas, conviene que aquellos que disponen de margen fiscal lo utilicen para estimular la actividad.


Pero, pese a las repetidas preguntas, se resistió a identificar cuáles son esos países que la OCDE juzga con capacidad para aplicar medidas de estímulo.


En sus previsiones, la organización calcula que también los países emergentes del G20 están atravesando una ralentización, de forma que de una progresión del 8,5 % en 2010, van a pasar al 7,2 % en 2011 y al 6,7 % en 2012, antes de recuperar un 7,4 % en 2013.


Dentro de este grupo, China va a seguir siendo el gran motor por su dimensión y por unas cifras de crecimiento pese a todo exultantes: tras un 10,4 % en 2010, un 9,3 % en 2011, un 8,6 % en 2012 y un 9,5 % en 2013.


Japón muestra una evolución particular debido al tsunami y al accidente nuclear de comienzos de año, y así su PIB va a caer un 0,5 % este ejercicio, antes de recuperar un 2,1 % el próximo y situarse al mismo ritmo de incremento que la zona euro en 2013, un modesto 1,5 %.