Cómo afrontar las malas notas de cara al próximo curso

Aunque abordar el asunto no es tarea fácil, hay que ayudarles a que no se desanimen y a encontrar la motivación para que mejoren los resultados de cara al siguiente curso.

Es muy importante que tenga un lugar adecuado para hacer los deberes y estudiar.
Es muy importante que tenga un lugar adecuado para hacer los deberes y estudiar.
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El final del curso escolar no solo da pie al comienzo de las vacaciones de verano, también es la época en la que los más pequeños de casa deben hacer frente a la última evaluación y, por consiguiente, a las notas finales. Sin embargo, estas no siempre se corresponden con las expectativas de muchos padres y las malas calificaciones son acogidas con reproches y castigos. No debe olvidarse que es una experiencia a la que muchas familias tienen que hacer frente en un momento dado y lo más importante es descubrir los motivos que han podido originar las malas notas.


Aunque abordar el asunto no es tarea fácil, es muy importante trazar una estrategia antes de hablar con los hijos para evitar que puedan desanimarse y caer en una dinámica de malos hábitos estudiantiles. Hay que ayudarle a buscar soluciones ya que todo es susceptible de mejora y una buena manera de conseguir este objetivo es esquivando los enfados y las discusiones.


Hay que valorar cuáles son los cambios que deben hacerse de cara al próximo curso y buscar soluciones conjuntas. Claro que son los mayores quienes deben orientarles a que estudien más o establecer unos horarios a respetar, pero si se les hace partícipes de las decisiones, las acatarán más fácilmente y les motivará a mejorar las calificaciones.


Además, creer en las capacidades de los hijos es primordial y valorar las exigencias que se ponen en ellos. Si estas son muy altas, será difícil que las superen y aunque no saquen malas notas, no serán las esperadas. Los padres deben concienciar a los pequeños de casa de que las calificaciones bajas pueden superarse y que con esfuerzo y dedicación podrán conseguir lo que se propongan.


Los refuerzos positivos también son muy importantes y hay que felicitarles cuando se observe que se están tomando en serio los estudios y que realmente quieren mejorar los resultados. Una buena forma de conseguirlo es sentándose con ellos cuando estudien o hagan los deberes para que se sientan apoyados y puedan preguntar las dudas que les surjan. Si sienten que a los padres les interesan sus tareas diarias, aumentará la confianza y serán más sinceros a la hora de hablar el porqué de su bajo rendimiento.


No hay que olvidar que deben tener un espacio en casa dedicado al estudio. Un sitio agradable, con mucha luz y una buena mesa que les invite a hacer los deberes y donde se sientan cómodos. Siempre se trabaja mejor cuando las condiciones son óptimas y se está a gusto, además,  relacionaran dicho espacio con trabajo y les cundirá más el rato que le dediquen.


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