Casi treinta alumnos de la UZ están a la espera de las becas de formación de investigadores

El pasado 10 de marzo finalizó el tiempo de seis meses para dar una resolución definitiva a estos contratos.

Laboratorio de la Universidad de Zaragoza
Laboratorio de la Universidad de Zaragoza
H.A.

Más de 900 estudiantes comenzaron a presentar sus solicitudes para acceder a una ayuda de Formación de Personal Investigador (FPI) el pasado 10 de septiembre. Ahora, más de seis meses después -el tiempo que ponían como máximo en la convocatoria del BOE-, todavía no tienen una resolución definitiva sobre si serán becados o no. En esta situación se encuentran 26 alumnos de la Universidad de Zaragoza, cuyos proyectos están a la espera de que el Ministerio de Economía y Competitividad publique los listados finales de beneficiarios.


Tal es la situación de incertidumbre en la que se encuentran estos estudiantes que han decidido crear una petición en la plataforma change.org, que en tres días, ya ha sido firmada por más de 2.000 personas. En ella, señalan los más de dos meses que le está costando al ministerio ofrecer las listas definitivas. Asimismo recalcan que “si lo hubieran dado antes, los candidatos podrían haberse incorporado a su puesto a principios de este mes”.


Estos contratos suponen unos ingresos de unos 1.300 euros brutos al mes, un dinero con el que muchos contaban para empezar a cursar sus estudios de máster o doctorado. “Las ayudas FPI nos han dejado sin derecho a solicitar las becas para las matrículas, cuyo plazo finalizó a finales de año", señala Alberto Garre, uno de los afectados. 


Al mismo tiempo, este colectivo recalca que al ser una beca relacionada con un proyecto de investigación, “todo este retraso se traduce en una pérdida del tiempo disponible para seguir avanzando en las investigaciones”. Y es que llegados a este punto tienen dos opciones: retrasar el proyecto a la espera de tener los resultados definitivos o continuar con su investigación a pesar de no estar cobrando el sueldo que en las listas provisionales les han adjudicado.


En esta situación se encuentra Óscar Bonilla, estudiante de doctorado de la Universidad de Zaragoza, y cuyo proyecto ha sido seleccionado para tener una beca, al menos, en la lista provisional. “Es una pena porque muchos de nosotros llevamos trabajando gratis desde hace tres meses, sin ningún tipo de contrato debido al retraso que llevan acumulado”, sostiene. Este alumno destaca que durante los últimos cuatro meses les han ido cambiando la versión, "al principio estarían las listas en diciembre, luego en enero, después en marzo... y, de momento, nada". 


Bonilla se ha trasladado desde Tarazona a Zaragoza y tiene que pagar el alquiler con sus ahorros porque todavía no cobra este contrato. "El proyecto empezó el día 1 de enero, por lo que, a partir del 8 cuando dieron las resoluciones provisionales, empecé a trabajar en mi tesis doctoral", detalla. Estos contratos van ligados a una serie de resultados que se demuestran año a año. "No he parado porque no sabemos si tendremos que rendir cuentas en enero o cuando den los resultados definitivos", subraya.


Al mismo tiempo detalla que este retraso también tiene sus repercusiones en la economía de la Universidad de Zaragoza. La DGA tuvo que hacer recuento de investigadores en febrero. "Esto significa que se reduce el dinero que dan a estos grupos de investigación porque nuestro currículo no cuenta, aunque realmente sí que estemos", puntualiza. 


Por su parte, fuentes del Ministerio de Economía y Competitividad sostienen que no está habiendo ningún problema con la tramitación de las becas. “Es un proceso habitual que intentamos hacer lo más rápido posible, de momento, está en orden de tiempo y forma y en los próximos días se ofrecerán las listas oficiales”, recalcan. Al mismo tiempo aseguran que generalmente no suele haber variaciones entre los resultados provisionales y los definitivos.