España es el país de la UE donde más inmigrantes están en el paro

Respecto a la infracualificación de este sector, que a menudo trabaja en sectores como la hostelería pese a contar con títulos universitarios emitidos en su país de origen, España también se sitúa a la cabeza.

España es el país de la Unión Europea donde un mayor porcentaje de la población inmigrante está en el paro o bien ejerciendo un trabajo infracualificado en relación a su formación previa en su país de origen.


Así lo publica un estudio de la oficina de Estadística comunitaria (Eurostat), que revela que 1 de cada 10 personas (el 9,4%) que vive en la UE nació fuera de sus fronteras, si bien este grupo sufre mayor riesgo de desempleo y pobreza.


Según los últimos datos de Eurostat, de 2008, la media comunitaria de personas no nacidas en la UE en paro era del 10%, contra la media del 6 % para los nativos.


España superaba con creces esa cifra pues el 15% de los inmigrantes no tenía trabajo frente al 9% de nacidos en España.


Respecto a la infracualificación de este sector, que a menudo trabaja en sectores como la hostelería pese a contar con títulos universitarios emitidos en su país de origen, España también se sitúa a la cabeza.


El 58% de los nacidos fuera del país trabajaban en empleos para los que están sobrecualificados (una tasa que para los nativos baja hasta el 31%).


La media comunitaria era del 34% para los extranjeros y del 19% para los nacidos en la UE.


Esta encuesta, que toma como referencia las poblaciones inmigrantes de entre 25 y 54 años, también extrae la conclusión que uno de cada tres recién llegados a la UE sufría riesgo de caer en la pobreza y la exclusión social.


La estadística país por país señala sin embargo grandes diferencias respecto a los nacidos ya en suelo comunitario.


Bélgica presentaba un índice de riesgo de 36% para los no nacidos en la UE frente al 13% para los nativos, una brecha que también se refleja en los datos de Suecia (32% frente al 10%), Grecia (45% a 23%) o Francia (34% contra el 14%).


Esa situación desfavorable hace igualmente que los no nacidos en la UE tengan más dificultades de alojamiento y a menudo vivan en habitáculos superpoblados. Es el caso para el 23% de los no nacidos en la UE.