ELT, Especialidades Luminotécnicas, continúa invirtiendo en su planta de Malpica para fabricar componentes para iluminación con tecnología electrónica, frente a la electromagnética tradicional. La compañía aragonesa ha renovado sus instalaciones de 10.000 metros cuadrados, que se inauguraron ayer oficialmente ante más de un centenar de invitados y empleados. La inversión total alcanza los 2,2 millones de euros. De ellos "un millón ha ido al rediseño de toda la fábrica y el resto a la maquinaria y las instalaciones", explicó Antonio Vázquez, director general de la compañía, que hizo de anfitrión del consejero de Industria, Arturo Aliaga, durante la visita a la planta. Además, avanzó que restan 300.000 euros por invertir este año. "En tres o cuatro años queremos ser capaces de producir en electrónica lo que ahora hacemos en electromagnética", añadió. Actualmente solo el 20% de las luminarias que salen de la planta utilizan la nueva tecnología, que será obligatoria en la Unión Europea a partir de 2017. La compañía se ha adelantado al cambio, que le permitirá "aplicar una tecnología más eficiente".

Entre sus planes figura que su exportación se eleve del 50% al 70% en unos cinco años. Actualmente están presentes en 70 países y continúan acudiendo a ferias para abrir mercados. La semana que viene asistirán a la ciudad china de Cantón. La competencia viene de este mercado. Vázquez destacó que ELT es la única compañía del sector que fabrica solo en Europa. En este sentido, el consejero de Industria agradeció que no se haya deslocalizado. Aliaga consideró "un milagro" aguantar 35 años "creando empleo y exportando".

Trabajar en agosto

La demanda en el nuevo segmento está aumentando hasta el punto de que una treintena de los 190 empleados de la planta tendrán que trabajar la primera y la última semana de agosto.

La compañía fabrica alrededor de 35 millones de unidades al año y el pasado facturó 40 millones de euros. Este año espera llegar a los 45 millones, aunque Vázquez reconoció que es "difícil" por la crisis.

La empresa tiene plantas en Brasil y Argentina y con ellas suma casi 400 empleados y 57 millones de facturación.