Las dudas que siguen existiendo en el mercado sobre la deuda soberana de los países de la zona del euro no han impedido al Tesoro Público español colocar 4.941 millones de euros en Letras a 12 y 18 meses a un precio inferior al 5 % que ambas superaron en la subasta anterior.

El concreto, el Tesoro ha colocado 3.443 millones en letras a un año al 4,08 %, un interés que aunque sigue siendo alto es bastante inferior al 5,20 % acordado en la anterior subasta de esta denominación, celebrada el pasado 15 de noviembre, en el peor momento de la crisis de los mercados de deuda.

De hecho, ese mismo día el riesgo país español -medido por el interés extra que exigen los inversores para comprar deuda española a diez años en lugar de la alemana, la más segura- batió todos los récord desde que existe el euro y cerró en 455 puntos básicos.

Con esos niveles, otros países "conflictivos" de la zona del euro como Grecia o Portugal han necesitado cuantiosas ayudas de la Unión Europea para no tener que declararse en bancarrota.

También han sido adjudicados otros 1.498 millones de euros en Letras a un año y medio, con una rentabilidad del 4,25 %, también bastante por debajo del 5,20 % de la emisión anterior, celebrada también hace un mes.

En opinión de los expertos consultados por EFE, han sido precisamente estos elevados intereses de la anterior subasta los que han atraído a gran cantidad de inversores en esta ocasión, que han cubierto holgadamente el objetivo inicial conjunto del Tesoro, que oscilaba entre 3.250 y 4.250 millones de euros.

Sin embargo, el apetito inversor era aún más grande, a juzgar por los 18.276 millones de euros solicitados entre ambos tipos de letras.

Para el subdirector de deuda de Ahorro Corporación, Javier Casal, la subasta de hoy ha sido todo un éxito y "el mercado se lo ha tomado como tal", lo que demuestra que la deuda española "despierta confianza en los inversores" a pesar de las dudas de Moody's, aunque "es cierto que el interés que se paga es muy alto", reconoció.

Para Casal, el Tesoro ha aprovechado este interés de los inversores para colocar el máximo e incluso superarlo, algo que ocurre "por segunda o tercera vez al menos en los últimos cinco años".

Más escéptico se mostró el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, que también valora el resultado de la subasta de hoy, pero recuerda que hay que esperar a ver qué ocurre con la del próximo jueves, cuando se subastan bonos a diez años, que son "más indicativos" dada la tensión que existe en el mercado.

Para Díez es normal que los inversores compren deuda a corto plazo "para protegerse de la volatilidad" que impera en los mercados, pero otro tema son los bonos a diez años, que son más difíciles de colocar y son precisamente los que se utilizan como referencia para calcular las primas de riesgo de los países.

Mientras tanto se suceden los mensajes de desconfianza, como el de la agencia Moody's, que ayer reiteró su intención de revisar la calificación de riesgo de las deudas soberanas de los países de la zona del euro ante la "continua ausencia" de medidas políticas decisivas tras la cumbre de Bruselas del pasado viernes.

La prima de riesgo española mejoraba notablemente una vez digerida la subasta de hoy y a las 14.00 horas marcaba 372 puntos básicos frente a los 382 de la apertura, con el interés del bono español a diez años en el 5,78 %.

La Bolsa española, por su parte, se enfriaba un tanto, ya que su principal indicador, el IBEX 35, subía el 0,24 % después de haber recuperado más de medio punto poco después de la apertura, aunque es cierto que su trayectoria ha sido errática durante toda la jornada, ya que incluso ha abrazado momentáneamente los números rojos.

Por su parte, Grecia también ha celebrado una subasta hoy, con un resultado peor que la española, ya que ha colocado 1.625 millones de euros en letras a seis meses, a un interés del 4,95 %, ligeramente superior al que pagó el pasado 8 de noviembre, aunque la demanda también fue alta.

La subasta se celebra en un momento en que la llamada "troika internacional" -formada por representantes de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del FMI- está en el país para revisar las cuentas del Estado y las medidas de austeridad del Gobierno para autorizar la transferencia de nuevos fondos comunitarios. EFE

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