CRISIS FINANCIERA

El rescate de Cajasur requerirá de una inyección inicial de 550 millones

La decisión del Banco de España de cortar por lo sano la crisis de la entidad cordobesa da al FROB un mes para plantear una salida.

El Banco de España había emplazado a Cajasur a aceptar su mandato e integrarse en Unicaja y, ante la indisciplina de la entidad, ha optado por cortar por lo sano e intervenir -la madrugada de ayer- desalojando a sus administradores y poniendo sus riendas en manos de profesionales del saneamiento. El organismo supervisor ha preferido asumir el riesgo de una nueva cirugía drástica, pese al difícil momento que la imagen de España mantiene en los mercados, consciente de que una muestra de relajación hubiera dado un pésimo ejemplo a los procesos todavía en curso. En Cajasur, la resistencia ha sido de los mandatarios -un grupo de clérigos y los poderes de la provincia de Córdoba- pero en otros casos todo un frente político de autonomías y partidos se opone a los planes del supervisor.

Tres administradores provisionales, designados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), gestionarán Cajasur, que hasta ahora estaba presidida por el sacerdote Santiago Gómez Sierra, y elaborarán su plan de viabilidad. Los elegidos son José Antonio Iturriaga, Tomás González y Francisco Orenes. Su actuación será mancomunada en todas y cada una de las funciones. El FROB aportará 550 millones de euros para que la entidad recupere sus requisitos de solvencia y liquidez.

Confianza en España

Cajasur representa apenas el 0,6% del sistema de crédito español y arrastra una larga historia de ineficiencias y corruptelas. El Banco de España interpreta que, ni por su dimensión ni por las consecuencias de esta acción, los inversores internacionales tienen motivos para poner nuevamente en cuestión su confianza en España. Por el momento, los clientes de la entidad tienen garantizados sus depósitos y operatoria -como sucedió con Caja Castilla-La Mancha (CCM)- y se ha diseñado el camino para que, en breve plazo de tiempo, el FROB proporcione una salida a la entidad.

El FROB dispone ahora de un mes, prorrogable hasta seis, para evaluar la situación patrimonial de la entidad cordobesa y plantear una salida, ya sea una fusión o la subasta de activos y pasivos y posterior liquidación del resto. El Pacto de Zurbano dispuso además que el Ministerio de Economía tenga que acelerar los trámites posteriores y tomar la decisión en cinco días hábiles.

En este esquema confían las autoridades financieras y económicas para que este nuevo escollo que constituye la rebelión de Cajasur no acreciente la desconfianza de los inversores internacionales en la marcha de la economía española. La reestructuración del sector financiero es una pieza clave, junto a la reconducción del déficit público, para restaurar la credibilidad perdida.

Inversores y analistas conocen bien los motivos del regulador por fusionar cajas de ahorro. Este segmento de entidades se ha enfrentado a la crisis financiera y económica en la peor de las situaciones posibles. Está sobredimensionado, es dueño de una tupida red de oficinas no siempre rentables, cuenta con un segmento de clientes duramente sacudido por el aumento del paro, se encuentra fuertemente implicado en empresas del territorio -lo que en muchos casos equivale a una gran exposición al riego inmobiliario- y padece serias dificultades para captar capital y liquidez. Ni tienen accionistas a los que recurrir, ni -en momentos de dureza- suficiente volumen de negocio para interesar a los mercados mayoristas del dinero.

La decisión de normalizar de intervenir Cajasur, en cualquier caso, se precipitó después de que la entidad solicitara la intervención del FROB tras rechazar la fusión con la malagueña Unicaja por la confrontación mantenida en el apartado laboral, proceso en el que el sindicato Aspromonte (mayoritario) en la entidad cordobesa tuvo un gran protagonismo.

Al cierre de 2009, los recursos propios de Cajasur alcanzaban 444,3 millones de euros, frente a los 967,5 millones que exigía la ley, de modo que el ratio de solvencia se situaba en el 3,67% por debajo del 8% establecido. Los datos figuran en un informe de la auditoría realizada por Deloitte, entidad conocedora de que la caja cordobesa cerró 2009 con pérdidas de 596 millones de euros, 114 millones acumulados ya en el primer trimestre de este año, es decir, que estaba al borde de la bancarrota.

El Banco de España precisó que las medidas de intervención se mantendrán hasta que se concrete el plan de reestructuración de la misma. La decisión del banco emisor frustra así el intento de fusión entre la entidad cordobesa y Unicaja, que hubiera dado lugar a la sexta caja por volumen de activos de España.

Tranquilidad

Ante el desconcierto financiero, la Junta de Andalucía mandó un mensaje de tranquilidad a los impositores y clientes de Cajasur, así como a la ciudadanía en general, tras el anuncio del Banco de España de sustituir a sus administradores. Los dirigentes autonómicos lamentaron la actitud de Cajasur de rechazar la fusión, porque siempre ha considerado que la unión entre las dos entidades andaluzas era la "mejor opción para resolver las dificultades económicas de la entidad cordobesa" y supondría un fortalecimiento del sistema financiero territorial.

El Banco de España también recomendó sosiego a los clientes de Cajasur, dado que los depositantes de la entidad cordobesa tienen garantizado su dinero, de la misma forma que, ante la posible falta de liquidez, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), creado con aportaciones a escote según los activos de cada caja, corre con esa garantía. Respecto a aquellos que tengan suscrita una hipoteca seguirán con el mismo compromiso de devolución y quien disponga de un fondo de pensiones o de inversión continuará con él a partir de la intervención. Eso sí, el FDG no cubre con su patrimonio futuros riesgos de quiebra. En definitiva "los depositantes y acreedores pueden estar totalmente tranquilos. Cajasur puede seguir operando con normalidad y cumplir con todas sus obligaciones frente a terceros", afirmó el banco emisor.