DINERO PÚBLICO

El Instituto de Empresa Familiar pide al sector público gestión de "presupuesto cero"

El propietario de Mango, Isak Andic, será el nuevo presidente de esta organización empresarial a partir del mes de octubre.

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Simón Pedro Barceló, destacó ayer la necesidad de cambiar el marco laboral y el sector financiero, y pidió "un pacto de Estado" para acometer dichas reformas. Además, propuso que el sector público adopte mecanismos de gestión de "presupuesto cero", como hacen las empresas del sector privado.


Barceló lanzó esas solicitudes durante la clausura de la asamblea que ratificó al empresario Isak Andic, propietario de Mango, como su sustituto. Andic, hasta ahora vicepresidente del IEF, tomará posesión del cargo en octubre.


Asimismo, Barceló confió en que pueda aprobarse una reforma laboral "antes del verano" y, con este ánimo, adelantó en presencia de la vicepresidenta segunda, Elena Salgado -que participó en a clausura de la Asamblea Anual de Socios y Encuentro Empresarial del Instituto de Empresa Familiarque las empresas familiares "apoyan" al Gobierno para que haga su propia reforma en el caso de que no haya acuerdo en el ámbito del diálogo social.


Rebaja de cotizaciones


Además, aprovechó la ocasión para poner sobre la mesa algunas de sus recetas para volver a crear empleo, como una rebaja de las cotizaciones sociales que soportan las empresas. "Los millones de parados exigen valentía para adoptar reformas pese al coste político que puedan tener", afirmó antes de añadir que "para crear empleo algo tiene que cambiar".


Barceló afirmó que el decreto de medidas de reducción del déficit, aprobado la semana pasada, incluye iniciativas "tan necesarias como acertadas", pero echó en falta nuevas reformas estructurales.


Concretamente, el presidente de las empresas familiares demandó una modernización de la administración, la reforma del sistema de pensiones, medidas para mejorar la competitividad de las empresas, un marco fiscal eficiente y la reestructuración de sistema financiero.


Un gran pacto


Según dijo, todas estas medidas son necesarias en una coyuntura en la que, según datos que adelantó de la encuesta de expectativas empresariales que el Instituto dará a conocer próximamente, el 65% de las empresas familiares considera que la situación actual de la economía es peor que a finales de 2009, solo un 15% cree que creará empleo en lo que queda de 2010 y solo un 12% prevé una mejora del acceso al crédito a corto plazo. Pero Barceló insistió en que "las reformas solo serán posibles si se aprueban a través de un gran pacto" y animó a seguir manteniendo los "contactos" entre el Gobierno y la oposición.


Durante la clausura de la Asamblea, la vicepresidenta económica insistió en que "hemos replanteado la velocidad de salida de la crisis", bajo la sombra de la última rebaja de la deuda soberana española decretada por la agencia de calificación Fitch.


Elena Salgado intentó lanzar un mensaje tranquilizador a los mercados y señaló que el Gobierno ha acordado un "cambio de prioridades" a la vista de los episodios recientes de inestabilidad en las bolsas y en torno al euro. "La contención del déficit es ahora el objetivo urgente y prioritario, aunque haya que sacrificar crecimiento", detalló. Por eso el Ejecutivo ha lanzado su plan de ajuste, con rebajas de sueldos públicos, congelación de pensiones y la renuncia a cuantiosas inversiones, detalló.


La vicepresidenta recordó que la propia agencia Fitch, que el pasado viernes degradó la solvencia de España desde la máxima nota (AAA) hasta (AA+), admitía en su informe que la economía española "presenta una trayectoria de responsabilidad fiscal intachable".


Ahora se trata de situar ese compromiso con la estabilidad en primer plano, mediante la adopción de "mayor austeridad presupuestaria en el corto plazo", junto a reformas estructurales que allanen el camino para el futuro despegue. Salgado dejó claro, además, que las dos principales reformas exigidas por Fitch (la laboral y la financiera) se llevarán a cabo en breve. Y destacó que si no se lográ el acuerdo en la mesa del diálogo social, el Gobierno aprobará la reforma laboral por decreto "antes de terminar junio".