Los miembros del Gobierno cierran filas en defensa del plan de ajuste

Blanco pide a los sindicatos que den una respuesta "proporcionada" al recorte. Rubalcaba dice que a Rajoy la crisis le importa "un bledo".

Blanco, ayer, en Toledo
El Gobierno cierra filas en defensa del plan de ajuste y trata de evitar una huelga general
EFE

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero siempre ha presumido de la paz social como uno de sus grandes méritos políticos, pero ese logro corre el riesgo ahora de evaporarse ante la posibilidad de que las centrales convoquen una huelga general en respuesta al plan de ajuste. Quizá por eso, el ministro de Fomento, José Blanco, se puso la venda antes de sufrir la herida y solicitó a UGT y CC. OO. que den "una respuesta proporcionada" al recorte de gasto social. El vicesecretario general de los socialistas lanzó el mensaje dentro de la ofensiva que lanzó ayer el Ejecutivo en defensa de las medidas anunciadas el pasado miércoles.

Zapatero teme más que a nada una huelga general. Tiene grabadas a fuego las que soportó Felipe González y en sus seis años de mandato se ha empleado a fondo para tener una relación fluida con las centrales sindicales. El presidente del Gobierno teme, sin embargo, que las buenas relaciones no impidan la convocatoria de una huelga general en respuesta a los decretos leyes del ajuste.

Ante estas perspectivas, el titular de Fomento aprovechó un acto con las Juventudes Socialistas en Toledo para dar el primer aldabonazo preventivo. Blanco pidió mesura y responsabilidad a los sindicatos porque no pueden olvidar que "hay mucha gente en paro" y los que tienen un empleo, en vez de hacer huelga, deberían ser solidarios y "contribuir de forma equitativa" al reparto de esfuerzos para salir de la crisis. Defendió además las dos medidas que más han escocido a las centrales, el recorte de sueldos de los funcionarios y la congelación de las pensiones, porque el recorte del gasto no es un capricho del Gobierno sino que todos, las empresas privadas y las familias en sus respectivos ámbitos, se han tenido que "apretar el cinturón para salir adelante".

Robin Hood

Pero el 'número dos' del PSOE quería también evitar que el líder de la oposición rentabilice el inevitable descontento social por las medidas. "Lo que más me revuelve el estómago -dijo- es ver a Rajoy poniéndose el disfraz de Robin Hood". Blanco no fue el único miembro del Gobierno que arremetió contra el presidente del PP. El titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sostuvo que al líder opositor "la crisis le importa un bledo", y lo que hace es "utilizarla para desgastar al Gobierno" y así ganar las elecciones. Rajoy, añadió en la cadena Ser, "lo que combate es el Gobierno, no la crisis". Denunció que las medidas alternativas propuestas por el presidente del PP forman parte de un discurso "demagógico, populista o algo peor" porque sabe que el recorte que plantea es "ridículo" para hacer bajar el déficit.

Además de los ministros, otras voces se pronunciaron ayer sobre los recortes. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, respaldaron las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero, para reducir el déficit, porque van en la "buena dirección".

Por otra parte, en Madrid, miles de personas, encabezadas por el líder de IU, Cayo Lara; el secretario general de CGT, Jacinto Ceacero y el foro 'Enlazando alternativas' pidieron ayer en Madrid la convocatoria de una huelga general, contra el ajuste. Por su parte, el presidente del grupo de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, reiteró que su formación no apoyará la congelación de las pensiones ni la reducción del número de unidades de los envases de los fármacos.