PREMIOS BASILIO PARAÍSO

Bono dice que el empresario es lo único imprescindible para la riqueza del país

zaragoza. El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, llegó ayer a Zaragoza invitado por la Cámara de Comercio para participar en la entrega de la tercera edición de los Premios Basilio Paraíso. Pero, sobre todo, para unirse al "merecido homenaje" a todas aquellas empresas que llevan en pie más de un siglo y "que frente a tantas dificultades, siguen manteniéndose, apostando y creando empleo". Con esta explicación comenzó José Bono su intervención en la clausura de la entrega del premio Basilio Paraíso a Roque Gistau, ex presidente de la sociedad pública Expoagua, y de las medallas que la fundación del mismo nombre concedió a 31 empresas centenarias.

Ante un auditorio repleto de emprendedores, Bono insistió en que para la riqueza del país son necesarias "muchas cosas y diferentes circunstancias", pero, en su opinión, solo una merece el calificativo de imprescindible y por supuesto, dijo, "no son las instituciones ni las personas que estamos en la cosa publica". De lo único que no puede prescindir el progreso es de los empresarios, aseguró Bono, a los que definió como "esas personas que se levantan cada día con la idea obsesiva de crear oportunidades".

En alusión a las empresas centenarias, Bono destacó que hay que reconocer el mérito de los que las crearon hace un siglo, sin perder de vista el porvernir. Y recomendó aplicar esta máxima al conjunto de la sociedad española, a la que aconsejó "ser más benévola con el pasado y trabajar por el futuro". Con un discurso con reiteradas alusiones a la patria y la unidad, el presidente del Congreso destacó que "no seremos más patriotas por gritarlo o salir con la bandera, que tampoco estaría mal que lo hiciéramos, sino con más trabajo y más productividad. Para ello y "para ser más", Bono insistió en la necesidad de "un compromiso nacional de gente de derechas y de izquierdas, religiosa y laica, mujeres y hombres, jóvenes y mayores".

Confianza en el futuro

Momentos antes de la intervención de Bono, los representantes de las empresas premiadas recogieron sus galardones "como un reconocimiento a la trayectoria y un reto para el futuro", explicó en nombre de todos ellos, Florencio Muñoz, de Casa Muñoz. El empresario turolense reconoció que se vive "un momento difícil", pero aseguró que las empresas centenarias han sobrevivido a situaciones similares, por lo que "hemos llegado hasta aquí y tenemos que seguir construyendo el futuro que se avecina". Eso sí los empresarios, en boca de Muñoz, aprovecharon la presencia del presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y de los consejeros de Economía, Alberto Larraz, y de Industria, Arturo Aliaga, para pedirles que "apuesten por nosotros, porque somos los que creamos empleo".

En el acto, el que fuera presidente de la sociedad pública que impulso la Expo 2008, Roque Gistau, recibió "conmocionado, agradecido y acompañado" -como el se definió- el premio Basilio Paraiso. Gistau insistió en que es un galardón de todos los que convirtieron el sueño de una ciudad en una realidad, apostó por un modelo económicoa y social sostenible y recordó a las administraciones y los empresarios que "es su obligación afrontar con firmeza, rapidez y decisión los actuales rigores económicos.

La Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de Zaragoza fundada en 1887 por Basilio Paraíso recibió una Medalla Especial.