General Motors anunció ayer un cambio de calado en la organización de la compañía en España y en Zaragoza. Antonio Cobo, que en la actualidad es adjunto al director de la planta alemana de Ruesselsheim, sustituirá a Romek Rytwinski como director general de GM España y director de la planta de Figueruelas (Zaragoza).

En una nota de prensa enviada por la compañía automovilística se explica que el nombramiento se hará efectivo el próximo 1 de septiembre. En esa fecha, Romek Rytwinski tomará posesión como director ejecutivo de Manufacturas de GM Rusia y CIS, así como director de la planta de San Petersburgo. "Romek estará ubicado en San Petersburgo -explica la nota- y tendrá responsabilidad directa sobre Manufacturas en GM Kaliningrado, en GM Auto St. Petersburg y coordinará la manufactura de GM Rusia & CIS".

El nombramiento, comunicado también ayer a la plantilla de Figueruelas, cogió por sorpresa a los trabajadores y a sus representantes sindicales, no tanto por el cambio en sí como porque este se produzca tan pronto: el directivo polaco ha sido responsable de la fábrica zaragozana durante poco más de dos años. Rytwinski fue nombrado director de GM España y de la planta zaragozana de Figueruelas en abril de 2008, en sustitución de Antonio Pérez Bayona, que se jubilaba.

Nombramiento bien acogido

El presidente del comité de empresa de la factoría zaragozana, Juan Arcéiz, valoró ayer la labor llevada a cabo por Rytwinski en este tiempo. Arcéiz reconoció que el directivo polaco llegó a Zaragoza en un momento de gran incertidumbre para la planta y que, en un primer momento, su nombramiento fue recibido con recelo. Sin embargo, aseguró que, superada la desconfianza primera, la relación con el hasta ahora director general de GM España había sido cordial y que, desde el punto de vista sindical, se pudieron alcanzar, bajo su dirección, acuerdos de importancia para el futuro de la factoría.

Con respecto al que será, a partir de septiembre, el nuevo responsable de la planta de Figueruelas es ya un profesional conocido en Zaragoza. Granadino de nacimiento y aragonés de adopción, Antonio Cobo ha desarrollado su carrera profesional en General Motors, Opel y General Motors España. En Figueruelas, concretamente, fue director de Calidad entre los años 2005 y 2007, siendo presidente de GM España Antonio Pérez Bayona.

Su nombramiento, según explicó ayer Arcéiz, ha caído bien entre los trabajadores. El presidente del comité de empresa puso el énfasis tanto en el hecho de que vuelva a ser un directivo español el máximo responsable de la fábrica zaragozana, como en la preparación que aporta Cobo y en el buen conocimiento que tiene de la factoría zaragozana y sus trabajadores. En su dilatada trayectoria profesional, Antonio Cobo formó parte del equipo que montó la factoría alemana de Eisenach y ha participado, entre otros cometidos, en tareas de desarrollo de nuevos modelos tanto en Alemania como en EE. UU. Desde la compañía, se destacó ayer que Cobo "aportará a Figueruelas su amplia experiencia, tanto en el área de manufacturas como en el de calidad".

La nota de prensa remitida ayer finaliza explicando que "en su nueva función, Antonio Cobo dará cuenta a Uwe Fechtner, director ejecutivo de Manufacturas de Opel/Vauxhall".

Desde el comité de empresa, Arcéiz mostró su esperanza en que en su nuevo puesto como director general de GM España, Cobo resulte tan próximo y accesible como lo fue durante su etapa como director de Calidad.

Nueva etapa

El recambio en la cúpula de GM España coincide con lo que podría ser una nueva etapa para Figueruelas. Romek Rytwinski llegó a Zaragoza en un momento complicado para la fábrica. Procedente de la factoría polaca de Gliwice, que fue la gran contrincante de la zaragozana cuando hubo que decidir qué fábrica se iba a encargar de la producción de la nueva generación del modelo Meriva, su desembarco levantó no pocas suspicacias. A Romek le ha tocado también afrontar momentos tensos y delicados durante todo el proceso vivido por GM Corporation en EE. UU. y por su filial GM Europa (con el anuncio de segregación y venta de Opel, que finalmente no se llevó a cabo), en un entorno de crisis económica, que ha hecho caer la demanda y por tanto, la producción de coches.