Figueruelas, ante la encrucijada de una negociación clave

Con un coste laboral por hora en Zaragoza un 17,2% mayor que en PSA Vigo, el comité de la factoría zaragozana ha de resolver en dos días cómo trabajar más, 18 turnos al año, y pactar un recorte salarial

Operarios trabajando en la planta de Opel España en Zaragoza
Figueruelas
Guillermo Mestre

Díficil papeleta tiene el comité de empresa de la planta de Opel España. Siempre ha sido la más competitiva de la marca del rayo en Europa, pero ahora ya no lo es tanto para la nueva propiedad, PSA, que le exige para asignarle nuevos modelos en el futuro y confirmar que todas las versiones del Corsa se harán aquí, que iguale sus condiciones a las de la planta de PSA en Vigo, de la que la separa una diferencia en coste laboral por hora del 17,2% según datos de la dirección.

Con la máxima de volver a la rentabilidad en 2020, el grupo francés asegura que no puede seguir alimentando la maquinaría de pérdidas que ha sido Opel Europa en los últimos 18 años y que solo va a invertir en aquellas plantas que puedan ser viables. Este pasado martes, por boca de la dirección de Opel, les habló a los sindicatos de su plan de reestructuración en Europa que pasa por ajustar la capacidad de las plantas a su producción, lo que supondrá en la mayoría de ellas quitar algún turno y reducir plantilla, es decir, prescindir de casi 1.200 trabajadores, a través de bajas incentivadas, prejubilaciones y no renovaciones de contrato. Y precisamente, la única planta de Opel que no se verá afectada por el recorte de empleo será Figueruelas, que tiene carga de trabajo suficiente, en la línea 1, por la que pasan tres modelos (el Crossland X, el C3 Aircross Picasso y el Mokka X) para todos sus trabajadores e incluso más ya que en 2018 tendrá que pasar de los 15 turnos actuales a 18 para poder fabricar todos los coches que demandará el mercado y que se espera sean alrededor de 437.199 vehículos frente a los 393.177 con los que previsiblemente se cierre 2017.

Es decir, que Opel ha puesto sobre la mesa que todas las plantas europeas, excepto Figueruelas, tendrán que sufrir ajustes de empleo mientras que la zaragozana únicamente tendrá que rebajarse las condiciones. Considerando este un problema menor, aunque para los trabajadores que llevan años soportando sacrificios sea mayúsculo, la dirección les pide otra vuelta de tuerca. Y por si fuera poco, les exige hacerlo con celeridad, ya que quiere tener mañana, día 15, algún avance de convenio que presentarle a PSA. No caben medias tintas, insiste la compañía, hay que ajustarse sí o sí, para tener futuro dentro del grupo francés, que considera que Figueruelas parte con ventaja, al tener bastante carga de trabajo, algo que no ocurre en el resto de fábricas de Opel en Reino Unido, Alemania, Polonia, Austria y Hungría a las que ya ha comunicado sus planes de reestructuración.

El comité de empresa, ya decía ayer en la hoja informativa remitida a la plantilla que mañana, “15 de diciembre es el último día que nos ha dado PSA para alcanzar un acuerdo que a fecha de hoy parece imposible”. No obstante, los sindicatos están reunidos con sus ejecutivas para ver cómo resuelven la difícil encrucijada en la que les ha puesto la nueva propiedad de la compañía, al exigirles todavía más competividad que la anterior, General Motors. “La parte social nos hemos citado el mismo viernes previamente para ver las posiciones de los diferentes sindicatos en explorar las posibilidades de presentar una propuesta a la dirección”, avanzaba ayer la representación de los trabajadores. Y hoy están en eso, reflexionando, sobre cómo dar con una propuesta que implique trabajar más por menos, para que a la empresa no les salga más caro y tampoco a los trabajadores les suponga el ‘tijeretazo’ en sueldos y pluses que exige la dirección.

“Se van a hacer todos los coches. No se va a dejar de fabricar ninguno en la planta de Figueruelas” decía ayer José Carlos Jimeno, secretario de la sección sindical de UGT en la planta zaragozana. “Otra cosa son las condiciones” advertía. Mientras que Ana Sánchez, secretaria general de Industria de CC. OO. Aragón, reiteraba que la propuesta de rebaja salarial planteada por Opel era “inasumible”. Figueruelas es competitiva, pero PSA le exige serlo más para tenerla en cuenta. Es la cara y la cruz de un convenio que va a hacer sudar mucho la camiseta al comité de empresa de Figueruelas que ya tanteó a la plantilla hace un par de semanas para ver si lo respaldaba en el rechazo frontal que manifestó entonces a la propuesta de la dirección. La presión de Opel de cerrar aunque sea un principio de acuerdo mañana mismo y la dificultad de consensuar una propuesta que convenza a los propios trabajadores les pone en una posición harto complicada.

Mientras tanto, en PSA Vigo, los sindicatos negocian con la dirección la puesta en marcha de un cuarto turno para que unas 900 personas, a las que se contratará progresivamente a partir de enero, puedan incorporarse a trabajar sábados, pero también domingos y festivos con una jornada semanal garantizada de 16 horas y un máximo de 26. El mercado manda y la flexibilidad es una herramienta imprescindible para el grupo francés, que como recuerda Opel, “solo va a invertir en proyectos rentables y en las plantas cuyas condiciones de competitividad así lo hagan posible”.

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