De compras (saludables) por el ciberespacio

El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA), dependiente de la consejería de Innovación del Gobierno de Aragón, está inmerso desde el pasado mes de octubre en un proyecto de investigación agroalimentaria que tiene como objetivo analizar el comportamiento del consumidor en la compra de alimentos con alegaciones nutricionales y/o saludables. Hasta ahora se han abordado diferentes acciones con escenarios reales –un supermercado– donde se realizaban compras de verdad. También se han practicado experimentos de elección en mesa.

Pero el equipo investigador quiere dar nuevos pasos en su análisis, incorporando las nuevas tecnologías como herramientas de trabajo en su proyecto. Y en la última fase del mismo, el consumidor no tendrá que desplazarse a una gran superficie o a un pequeño establecimiento de alimentación. Se calzará unas gafas de realidad virtual con las que viajar por el ciberespacio, adentrarse en un supermercado e interactuar –y adquirir– los productos que allí se ofrecen. Una iniciativa para la que los investigadores han contratado a la empresa Trinit Asociación de informáticos de Zaragoza, que "han desarrollado el supermercado virtual que ofrece una experiencia de compra e interacción en un entorno tridimensional", explicaron ayer desde el centro investigador aragonés.

"El objetivo es investigar el comportamiento del consumidor en la compra de alimentos saludables en España mediante un enfoque multidisciplinar, analizando así todos los factores que influyen en la decisión final de compra y no solo los aspectos económicos y sociales", señaló Tiziana de Magistris, investigadora principal del proyecto. La información obtenida de esta investigación ayudará a establecer estrategias de márquetin y comunicación para las empresas agroalimentarias y ofrecerá recomendaciones para la toma de decisiones políticas, según explicó De Magistris.

Se necesitan voluntarios

Para ir de compras por el Supervirtual –como se llama la iniciativa– se necesitan compradores. Eso es lo que precisa el CITA, que hace un llamamiento a toda persona mayor de 18 años, eso sí, que sea consumidora de yogures, queso tierno y patatas fritas. El centro investigador advierte que no pueden participar aquellos que estén bajo una estricta dieta prescrita por un facultativo, aquellos que sean alérgicos/intolerantes a la lactosa, los vegetarios o veganos ni aquellos que sufran alguno problema visual como glaucoma, cataratas o daltonismo, entre otros.

Y destaca que "es condición indispensable que el participante acuda al experimento con hambre, no habiendo comido por lo menos dos horas antes de la hora citada", un experimento que se realizará en el centro empresaria de Aragón (CEA) entre del 11 al 19 de diciembre próximos y entre 8 y el 12 de enero de 2018.

Cada voluntario –para serlo hay que enviar un correo electrónico con los datos personales a supervirtual@cita-aragon.es– recibirá una bonificación de 10 euros.