La nueva fábrica de Pikolin, el bastión para internacionalizarse más

Cumplidos algo más de diez meses desde que las nuevas instalaciones en Plaza produjesen el primer colchón, el 9 de enero de este año, la empresa familiar aragonesa consolida su proyección mundial mediante esta inversión superior a los 50 millones

Nueva fábrica de Pikolin
Nueva fábrica de Pikolin
Francisco Jiménez

Desde el 9 de enero, en que la nueva fábrica de Pikolin, en Plaza, produjo su primer colchón, han pasado más de diez meses y al recorrer sus gigantescas instalaciones, la sensación es que sus 650 empleados (incluyendo los 130 de oficinas) llevan trabajando allí toda la vida. Más espacio, más confort y mejores condiciones en logística y eficiencia de procesos industriales que en la vieja fábrica sita en carretera de Logroño no han alterado el alma innovadora de una empresa familiar fundada por Alfonso Soláns en enero de 1948 con 7 empleados, que fabricaban camas de latón y somieres metálicos. Transcurridos 69 años desde entonces, la firma aragonesa ha llegado a ser el segundo grupo europeo en el sector del descanso con tres plantas en España, cinco en Francia y dos en Asia y una producciónj que alcanzó en 2016 1.770.000 colchones, 625.000 bases y 700.000 almohadas.

Camas de los hoteles de medio mundo como todos los Hilton en Europa o los Melia, Iberostar, Crowne Plaza, AC, Barceló, Riu y otras firmas internacionales llevan el sello Pikolin, también presente en el sector hospitalario, a través del grupo Pardo adquirido hace cinco años, y en los hogares de bastantes países. Es esta diversificación copando todo el sector del descanso y su firme vocación internacional (que comenzó en 1988 en Portugal, siguió en 2001 por Francia, mercado que supone hoy su mayor porcentaje en cifra de negocio, y se consolidó en 2011 con la compra de Dunlopillo y dos fábricas en el Sudeste asiático) la que le ha permitido alcanzar una cifra de ventas de 430 millones de euros, que esperan incrementar este año un 8% en línea con el crecimiento del mercado aunque dependerá de lo que pase estos últimos meses del año.

Seguir creciendo en el mundo con un nuevo bastión industrial, arraigado en el territorio donde nació Pikolin, centra la estrategia de la compañía aragonesa. Además de su presencia física con fábricas en Francia, Asia, España, la firma presidida por Solans tiene acuerdos comerciales con Ecuador, Italia, Rumanía, Centroamérica y el Caribe, además de la alianza estratégica suscrita con Steinfoff, uno de los líderes europeos en mueble del hogar, después de Ikea, y también con Brasil, a través de la joint-venture SleepHouse, con 60 tiendas, que les permitirá extender mucho más la proyección de la marca que nació en 1959.

Una inversión superior a los 50 millones de euros ha permitido hacer una fábrica espectacular que integra la fabricación de todas las partes del colchón, incluida la espumación, para garantizar una calidad máxima. Solo lo que es la nave de espumación (Pikolin es el único fabricante de España que la tiene) ha supuesto el desembolso de 18 millones de euros. La tecnología y robotización están muy presentes en esta moderna factoría, la mayor de Europa en el sector del descanso con 85.000 metros cuadrados, a los que hay que sumar otros 10.000 de oficinas, organizadas alrededor de un gran atrio central, que es capaz de producir hasta un millón de colchones al año y almacenar 60.000.

Un museo futurista que envuelve a quienes pisan por primera vez la fábrica y una visita virtual a sus instalaciones conducida por Merceditas, el personaje que lideró la publicidad de los colchones en la España hace unas décadas, permite hacerse una idea de la gran apuesta que ha hecho la empresa familiar, liderada por Soláns ya en tercera generación, por mantener la actividad industrial con la que nació y proyectarla en un mundo globalizado.

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