Sin avances sustanciales. Aunque este viernes ha tenido lugar la séptima reunión entre dirección de Opel y comité de empresa y se ha hablado de permisos y ritmos de trabajo, no ha habido ningún tipo de acercamiento. Mientras los sindicatos han pedido más permisos para equiparar las condiciones en la planta a algunas superiores que marca el convenio del Metal, la empresa ha dicho que se está por encima de la legislación y que debido a la situación actual, la de cumplir con el PACE, plan para volver a la rentabilidad en 2020, no se plantean ampliar nada. Más bien, la compañía ha pedido racionalizar los permisos para lograr que afecten lo menos posible a la actividad productiva.

Si bien, se ha tratado también de los derechos de representación y de la posibilidad de ampliarlos ya que en el convenio actual solo los sindicatos que superan el 10% de dicha representación tienen derecho a un delegado con dedicación plena, Opel ha respondido lo mismo, que no piensa variar nada y menos en el momento actual de integración con PSA.

Respecto a los ritmos de trabajo, frente a las demandas de parte del comité para reducirlos y mejorar así el ambiente laboral, la compañía simplemente ha manifestado que el MTM-UAS (técnica de medición de tiempos) no deja de ser una herramienta para medir las cargas de trabajo y que cuando venga un nuevo modelo habrá que aplicar el método de medición usado por el grupo PSA en todas sus plantas.

Desde el comité de empresa mostraron su extrañeza porque transcurridas varias semanas desde el inicio de la negociación no se haya abordado lo sustancial del convenio al no presentar Opel su propuesta de cómo quiere reducir costes en todas las áreas de negocio en la planta de Figueruelas. Confían en que tal vez la semana próxima cuando toca hablar de condiciones de trabajo y retribución empresarial, en las citas del martes y del jueves, se pueda empezar ya a hablar de lo verdaderamente importante para la plantilla.

El comité de empresa ha solicitado un incremento salarial del 2,5% al entender que los trabajadores llevan años asumiendo sacrificios y toca ya empezar a revertir la situación. Sin embargo, la dirección de Opel ya ha dicho que eso es inasumible. El director general de Opel España, Antonio Cobo, lo advirtió ya en el acto de aniversario de los 35 años de la planta la semana pasada. “En la negociación de este convenio hay algo que no debemos perder de vista y es la obligatoriedad de volver a la rentabilidad como única garantía de protección del empleo” e insistió en que el futuro “nadie lo va a construir por nosotros”.