BBVA cree que España puede cumplir el déficit en 2017 y 2018, con un "exigente" control del gasto

Prevé que los ingresos crezcan un 2% menos que la estimación del Gobierno

BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad financiera, cree que el ciclo económico favorecerá la consecución de los objetivos de estabilidad, con un déficit comprometido del 3,1% para este año y del 2,2% del PIB en 2018, pero con un "exigente" control del gasto público.

Así lo señala BBVA Research en su 'Observatorio Fiscal', correspondiente al segundo trimestre de 2017, en el que destaca que el año comienza con "buen tono" de la política fiscal y que sus previsiones sugieren un crecimiento de la recaudación tributaria apoyado en una "paulatina recuperación cíclica" de las bases imponibles, y en las últimas subidas impositivas.

BBVA Research augura que las medidas de incentivación a la contratación indefinida continuarán restando dinamismo a la cotizaciones sociales durante 2017, si bien el ciclo económico volverá a impulsar la recaudación tributaria. Así, los ingresos públicos de 2017 se elevarán hasta el 38,3% del PIB (cinco décimas por encima del cierre de 2016) y hasta el 38,8% en 2018.

Por el lado del gasto, espera que siga ajustándose ligeramente a lo largo de los dos próximos años, sobre todo por la mejora prevista en el mercado laboral, que reducirá el importe de las prestaciones por desempleo, y por la reducción de los costes financieros. Como consecuencia, el gasto público se situará a final de 2017 en torno al 40,9% del PIB, en niveles semejantes a los de comienzos de la crisis.

De esta forma, prevé que durante el bienio 2017-2018 el ciclo económico vuelva a corregir el deterioro fiscal, tanto por el efecto de los estabilizadores automáticos como por una menor presión de la carga de intereses y de las prestaciones sociales. Así, en un escenario sin cambios en la política fiscal, el déficit se reduciría hasta situarse en el 3,1% en 2017 y en el 2,2% en 2018, en línea con los objetivos de estabilidad.

De producirse este escenario, añade BBVA Research, el saldo público ajustado de ciclo se situaría en torno al -2,3% a finales de 2018. Si se descuenta el importe del pago por intereses, se registraría un superávit primario estructural en torno al 0,2% del PIB. "No se espera una mejora estructural de las cuentas públicas significativa, lo que implicaría una orientación de la política fiscal globalmente neutral", explica.

La evolución de los ingresos, el principal riesgo

El servicio de estudios de la entidad advierte de que, si bien la recuperación económica debería favorecer la consecución de los objetivos de déficit, uno de los principales riesgos es la incertidumbre existente sobre la evolución de los recursos.

Por un lado, se refiere a la variabilidad de la normativa impositiva de los últimos años, junto al cambio en la composición de las bases imponibles derivado del cambio de la estructura productiva, que hace que sea "difícil" la estimación de su impacto sobre la recaudación impositiva pudiendo dar lugar a desviaciones sobre la previsión.

Por otro lado, considera que las previsiones sobre la evolución de los ingresos públicos que ha hecho el Gobierno resultan "algo optimistas" si se parte del "prudente" escenario macroeconómico utilizado.

En particular, el Gobierno estima que el crecimiento del PIB nominal será un punto porcentual inferior a lo que prevé BBVA Research. Con este supuesto, el aumento de los ingresos tributarios de BBVA Research sería un 2% menor que el incluido en el proyecto del PGE para 2017, lo que en términos de la ratio de ingresos sobre PIB, supondría en torno a cuatro décimas de menor recaudación.

De esta forma, el "mayor riesgo" que observa BBVA Research se encuentra en la previsión de la recaudación del impuesto sobre Sociedades y del IVA. Mientras, los ingresos estimados para el IRPF y los impuestos especiales "parecen más ajustadas a su escenario macroeconómico".

Junto a ello, añade que existen riesgos sobre la aplicación de la regla de gasto, sobre todo en las haciendas territoriales, ya que las corporaciones locales a pesar de ser un sector con superávits crecientes, encuentra su capacidad de gestión "limitada" por la aplicación de la regla de gasto.

Además, el cumplimiento de los objetivos de estabilidad "parece desincentivar el cumplimiento de la regla de gasto en las comunidades autónomas, por lo que en un contexto en el que los objetivos autonómicos son factibles, existe el riesgo que el gasto crezca más de la limitación legal".

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