"Estar ya trabajando con PSA es lo que va a salvar a Figueruelas"

Deseo de confiar, pero también incertidumbre hasta no conocer en detalle el plan de negocio del comprador, es lo que mostraba ayer la mayoría de los trabajadores.

Trabajadores que suma la integración de PSA y Opel.
"Estar ya trabajando con PSA es lo que va a salvar a Figueruelas"
Heraldo

Dudas y también preocupación por el futuro. Eso es lo que se respiraba ayer a las puertas de Figueruelas en el cambio de turno entre la mayoría de los trabajadores. "Creo que lo que va a salvar a esta planta es estar trabajando ya para PSA en los nuevos lanzamientos", decía el veterano trabajador Antonio Yagüe, que lleva 35 años en la planta. "Pienso que, aunque en manos de PSA, seguirá como hasta ahora. Ojalá sea así por todos los jóvenes que están entrando, pero hay muchas dudas. Llevábamos muchos años con los americanos. Ahora nos da miedo el cambio y pensamos que será para mal, pero igual nos va mejor", decía.

Otro trabajador, Benjamín Foncillas, también con muchos años de trabajo a sus espaldas ya que entró con 19 en mantenimiento, explicaba que "es pronto para saber lo que puede pasar con el empleo: somos 13.500 entre las dos plantas de PSA y la de Figueruelas. En principio, nos dicen que estemos tranquilos, pero estas cosas tardan tiempo en solucionarse. Así que los cercanos a la jubilación están confiados, los jóvenes no tanto y los de en medio, pues ya veremos en qué condiciones salimos", apuntaba. En su opinión, "lo que ha pasado es que Opel llevaba 16 años perdiendo dinero y GM se ha hartado y nos han vendido. PSA quiere crecer en tamaño aprovechando toda la red comercial de Opel, que es muy buena, como también su ingeniería, pero primero tendrá que afianzarse y limpiar las deudas, así que no queda otra que esperar a ver qué pasa".

"Se cansan de decir que somos los más rentables, que estemos tranquilos, pero es de cajón que si hay pérdidas, habrá recortes, y de ahí la inquietud", reconocía otro trabajador, Juan José Sancho, que lleva en Figueruelas desde 1982 y que recordaba que el próximo año toca negociar convenio.

Javier Valera, que lleva solo un año trabajando en la planta zaragozana, quería confiar en que "PSA mantendrá la estructura que hay para tener más beneficios, pero es pronto para decirlo; hoy en día no hay nada fijo, así que ya veremos", adelantaba. Su compañero Javier Díez, que solo lleva una semana empleado en la factoría, aseguraba que lo que quiere "es trabajar, y ojalá tenga planes de continuidad: acabo de firmar un contrato de seis meses y me gustaría quedarme", decía.

"A ver qué camino llevan las nuevas incorporaciones", apuntaba también Khalil Ajami, que lleva apenas unos meses en la nave 51. "Con Opel teníamos el futuro asegurado hasta más allá de 2019 con cuatro modelos, pero ahora más allá de esa fecha no sabemos que pasará. Me preocupa mucho seguir trabajando y deseo poder estar aquí en unos años".

"La compra por parte de PSA va a ser algo bueno. Comprendo que hay mucha incertidumbre, pero así lo creo", reconocía por su parte Noelia García, que lleva trabajando para Opel desde 2008. "Creo que es muy positivo que tengamos ya casi en lanzamiento un coche de ellos, de PSA, y pienso que nos van a defender porque ya ven cómo trabajamos". La opinión de esta trabajadora no era compartida por Carlos Campo, trabajador de Renfe, empleado dentro de GM para cargar los coches que viajan en tren. "Creo que el futuro será peor para la planta porque se llevarán parte de la producción a otros sitios donde les sale más barato".

"Tenemos aún poca información por parte de la empresa, y también del comité. Ya hemos pasado por momentos muy duros como cuando Magna quería comprarnos. La verdad es que no sé qué pensar", admitía Enrique, otro trabajador que prefirió no dar su apellido. "Tener ya el sucesor del C3 Picasso es algo, pero también imagino que habrá recortes para repartir la carga de trabajo", concluía.

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