De puente: no hay fiesta a gusto de todos

La acumulación de festivos paralizará parte de la industria aragonesa y reducirá las ventas del pequeño comercio. Pero no todo son pérdidas: hay sectores que harán su agosto en diciembre.

Compras en el puente de la Constitución
Compras en el puente de la Constitución
María Bressel / A Photo Agency

Las cifras se repiten de manera periódica: el macropuente de la Constitución e Inmaculada cuesta a la economía española 1.200 millones de euros. Solo el parón entre días laborables y festivos supone un sobrecoste del 30% para industrias como la automovilística, con una factura energética que se encarecerá un 10%. La productividad entre festivos baja un 15% y los servicios adicionales suponen otro 5%. Los datos están ya calculados, analizados y publicados, porque este no es el primer macropuente, ni será el último. "Se dan cifras alarmistas, se habla del tema, y luego se olvida. El Gobierno ha dicho varias veces que quiere modificar el calendario, pero no se ha hecho nada, porque las fechas relacionadas con la religión resultan difíciles de mover y otros festivos regionales tienen demasiado peso social.


El resultado es una grave pérdida para muchos sectores", critica Joaquín Cezón, presidente de la Comisión de Industria de la Cámara de Comercio de Zaragoza. "Es una semana caótica porque unas fábricas abren y otras cierran, unos proveedores suministran piezas y otros no, y hay clientes que piden material y otros que están de fiesta. Es imposible ponerse de acuerdo y las pérdidas son seguras".


Se esperan hasta un millón de desplazamientos por carreteras aragonesas este puente, que moverá a diez millones de vehículos en toda España. "Es el momento de las escapadas a la nieve, de los viajes a ver a la familia, del turismo de interior. Son miles y miles los aragoneses que salen este puente, y eso se nota en el pequeño comercio. La afluencia es menor", asegura Vicente Gracia, secretario general de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS). "Calculamos que un 40% de los ciudadanos hará al menos una escapada, y esa es mucha gente. Es cierto que vendrán turistas a Zaragoza, ya sea de paso, camino de la nieve, o para ver la ciudad, pero ni de lejos van a compensar al volumen de personas que saldrán. No van a ser buenos días para el pequeño comercio".Los que salen ganando

No es fácil poner orden a una situación que también supone un gran beneficio para sectores tan estratégicos como es el turístico. "Los puentes son vitales para el sector, suponen un ingreso muy importante y evitan que la oferta se concentre en los meses de verano", resume el empresario Nacho Lalana, responsable de la agencia de viajes B The Travel Brand, en el barrio de la Almozara, en Zaragoza. "Los puentes mueven a tanta gente que incluso se programan vuelos chárter con salida desde Zaragoza. Este año los destinos más demandados son Malta, Praga, Oporto y Florencia, que están teniendo mucho éxito". El turismo de nieve es otro de los grandes beneficiados en los largos puentes de la Inmaculada y Constitución. Siempre y cuando el tiempo acompañe, claro. En 2011, cuando tuvo lugar el último ‘acueducto’, el otoño excesivamente cálido apenas permitió poner en marcha las pistas: no abrieron gran parte de estaciones y solo Teruel salvó.



Nacho Lalana, responsable de la agencia de viajes B The Travel Brand. Raquel Labodía


Según Mayte Mazuelas, presidenta de la Asociación de Autónomos de Aragón, "son tantos los que saldrán en números rojos y otros muchos los que tendrán beneficios que resulta difícil racionalizar. Tenemos en la asociación autónomos que harán su agosto en diciembre y otros tantos que no saben cómo cuadrarán las cuentas a finales de mes".


La diseñadora Mercedes Turrubia, propietaria de la tienda de moda Maby, en Zaragoza, espera que el centro de la ciudad se quede medio vacío esos días. "En días entre puentes, como puede ser ese lunes, miércoles y viernes, el centro de la ciudad está medio vacío. Los que tengan fiesta o bien se van de viaje o prefieren ir de compras a las grandes superficies. Esas son las beneficiadas en estas fechas, porque no tienen nada que perder. Además, abrirán el domingo y recuperarán muchas ventas. Con eso, nosotros difícilmente podemos competir".



La diseñadora Mercedes Turrubia, propietaria de la tienda de moda Maby, en Zaragoza. Toni Galán


Otros, como Óscar Gimeno, uno de los propietarios de la tienda de animales Yellowstone Gran Vía, en Zaragoza, creen que "hay una excesiva alarma y se dan cifras que no siempre son ciertas. Muchos ciudadanos tienen que trabajar o no pueden permitirse irse una semana entera. Y harán vida normal todos esos días".

¿Trabajamos poco? 

España es el segundo país europeo con más días festivos, 14. "Solo nos supera Finlandia, con 15, mientras que Hungría, el Reino Unido y Holanda son los que menos tienen: 8. Alemania, que siempre se toma como referencia, tiene 9 días, aunque en algunas regiones la cifra se eleva a 13. No obstante, hay que tener en cuenta que en España se trabaja al año un número de horas superior al de otros países como Alemania, Holanda o Dinamarca", asegura Antonio Montañés, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza. "Podemos hablar de una semana atípica, todo el mes de diciembre es atípico. Pero este no es ni de lejos el gran problema de la economía española. Los países más productivos de nuestro entorno trabajan menos horas que en España. Más que evitar los macropuentes se deberían dedicar esfuerzos a luchar contra el presentismo laboral y educar a la población para cambiar hábitos como las costumbres vespertinas, horarios comerciales enloquecidos, pausas largas para comer... Eso sí que resta productividad", asegura el catedrático.


De hecho, para la empresaria Nieves Pueyo, responsable de la agencia de traducción Acantho, "no es tanto el problema laboral como el familiar. Porque al fin y al cabo siempre puedes organizarte con los festivos y los puentes, adelantar el trabajo la semana de antes, avisar a los clientes de que cerrarás esos días festivos..., pero si tienes niños pequeños en casa resulta más complicado: el día 5 tienen fiesta, pero es laborable para madres y padres. El miércoles al cole, luego fiesta, luego al cole... Unos padres tienen puente el día 9, en lugar del 5, otros no... Es necesario racionalizar no solo para la economía, también para las familias, para que todos podamos disfrutar:familias, empresarios y trabajadores".




Nieves Pueyo, de la agencia de traducción Acantho, junto a Alejandra de Felipe. Guillermo Mestre


De hecho, el catedrático Antonio Montañés defiende que "un trabajador feliz suele rendir más que uno estresado. Y unos pocos días extra de fiesta vienen bien para desconectar. Más preocupante es la tendencia de nuestro comercio hacia el modelo norteamericano, que abre tantos festivos y días señalados", añade en referencia a los domingos del mes de diciembre, que serán de apertura para las grandes superficies.


Joaquín Cezón, de la Cámara de Comercio, propone que los festivos queden repartidos a lo largo del año, de manera que no trastoquen a ningún negocio. "En el sector de la automoción hemos visto cómo se puede acortar el mes de vacaciones de verano guardando una semana para disfrutar en Navidad. Los puentes deberían estar repartidos todo el año, con festivos que se fijasen junto al fin de semana, para disfrute de todos. No es de recibo que para que unos puedan descansar otros pierdan dinero".

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