​El número de beneficiarios del bono social de luz cae un 1,2%

Fueron 2,45 millones. Bajan a pesar del fuerte incremento de beneficiarios entre parados y pensionistas.

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El número de personas acogidas al bono social de electricidad se situó en 2015 en un promedio de 2,45 millones, lo que supone un descenso del 1,2% con respecto al anterior ejercicio, a pesar del fuerte incremento de beneficiarios entre parados y pensionistas, según datos del último 'Boletín de Indicadores eléctricos' de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).


Este descenso se debe a la caída en el número de consumidores con potencias inferiores a 3 kilovatios (kW) en su primera residencia, que es el grupo más mayoritario dentro de los cuatro perfiles de consumidores que pueden disfrutar de la ayuda, y se produce a pesar de haberse disparado (20%) en las familias con todos los miembros en paro.


En concreto, el bono social pueden disfrutarlo las potencias inferiores a 3 kW en la primera residencia, los hogares con todos los miembros en paro, los pensionistas y las familias numerosas, así como los de la antigua tarifa social anterior a 2009.


Los beneficiarios del primer grupo se redujeron un 4%, hasta los 1,87 millones, frente al descenso del 3,4% entre los de la antigua tarifa social, hasta 25.959.


Por contra, los pensionistas acogidos a la ayuda llegaron a 304.732, un 5,4% más, y las familias numerosas ascienden a 188.146 altas, un 14,7% más. En cuanto a los hogares con todos los miembros en paro, aumentaron un 20%, hasta los 65.241.


La cifra de acogidos al bono social representa menos del 10% de los consumidores en el régimen de PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor), que son aquellos consumidores con una potencia contratada menor a 10 kW, que superan los 25,6 millones.


Desde que en abril de 2010 superaron los tres millones, el número de acogidos al bono social no ha parada de descender, con una pérdida de más del 20%.


El bono social es una ayuda creada en 2009 consistente en la congelación de la tarifa de electricidad para una serie de colectivos vulnerables. Con la reforma energética, el Gobierno fijó en el 25% el descuento máximo para sus beneficiarios.


El sistema de bono social de la luz no ha dejado de ser foco de críticas en el sector desde su instauración. Sin ir más lejos, esta semana el presidente de Endesa, Borja Prado, consideró "necesario" rediseñar sus criterios de reparto.


En su discurso en la junta general de accionistas de la compañía, Prado señaló que era necesario este rediseño para que el descuento del 25% que se ofrece sobre el total de la factura eléctrica sea percibido por los hogares con unos niveles de renta mínimos, evitando así que lo reciban "otros clientes que no se encuentran en situación crítica".


Así, aseguró que un diseño del bono social permitiría que la ayuda fuera "más eficaz" y que se liberaran recursos económicos para otros tipos de ayudas, "que podrían incluir el pago completo de las facturas de los hogares identificados por los servicios sociales como insolventes".


A este respecto, el consejero delegado de la eléctrica, José Bogas, subrayó que este rediseño del bono social permitiría asignar los recursos a financiar un fondo "claramente centrado" en asegurar el suministro en las familias que no pueden pagar la factura eléctrica, "ni siquiera con un descuento" y que sean identificadas como tales por los servicios asistenciales de los ayuntamientos.

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