El Banco de España explica cómo ha detectado el blanqueo de dinero

Primera memoria sobre las experiencias que ha tenido en materia delictiva.

El Servido Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blan queo de Capitales e Infracciones Monetarias, adscrito al Banco de España, amplió sus fundones en enero de 1995 y ha sumado, a las tareas relativas a las transacciones económicas con el exterior y el ré gimen jtudico del contml de cam bios, los más modernos cometidos de analizar e investigar las operadones sospechosas de blanqueo de capitales derivadas de actividades delictivas muy graves, las relacio nadas con el tráfico de drogas, el terrorismo y la criminología or ganizada. Cuenta, para ello, con las comunicaciones de los «sujetos obli gados» por ley a transmitirle sus sospechas, que van desde bancos y cajas de ahorros a sociedades de valores, casinos y joyerías, pasando por inmobiliarias, compañías de seguros, gestoras de Inversión y, por supuesto, organismos ad ministrativos de todos los niveles. Ja primera memoria anual del Servicio Ejecutivo, que acaba de ver la luz, relata, a modo de dia no de a bordo, abundantes expe rienuas de esta colaboración. Entre ellas, los siguientes casos: Restaurante sospechoso Una entidad de crédito in formó al Servicio Ejecutivo de la existencia de una cuenta corriente en una de sus oficinas en un pueblo malagueño cuyos titulares, un matrimonio extranje ro, eran propietarios de un restaurante de la zona. Esa cuenta, y otras posteriormente localiza das, recibieron ingresos en liras italianas en efectivo que eran cambiadas a pesetas, así como transferencias, por un importe to tal de 12 millones de pesetas, poró el restaurante permanecía cenado en plena temporada turís tica alta en la Costa del Sol. En la terraza del establecimiento, por añadidura, habían sido asesina das en 1993 dos personas rela tionadas con el tráfico de drogas, según informaciones publicadas por la prensa local. Las investigaciones permitieron conocer que esos dos sospechosos poseían antecedentes por delitos comunes en su país de origen, y podrían estar relacionadas con algún grupo mafioso al que per tenecerían otras dos personas que seguían en prisión por haber dado muerte a un constructor de la zona en la terraza del inactivo restaurante. Billetes revueltos


Una entidad de crédito comunicó, en febrero de 1996, la apertura de una cuenta por la pareja formada por A y B, jóvenes de 22 y 20 años, que realizaron de in mediato dos ingresos en efectivo de 2,3 y 3,5 millones de pesetas respectivamente, en billetes de 1.000 y 2.000 pesetas, «sucios y to dos revueltos». Investigada la actividad de los jóvenes, dijeron dedicarse a la venta de sanitarios en los mercadillos que se montan al borde de las carreteras.


El Servicio Ejecutivo comprobó que los Interesados mantenían numerosas cuentas en diferentes oficinas de la misma entidad, abiertas tras dejar inactivas o cancelar las anteriores, como si quisieran ocultar la operativa. En una localidad extremeña abrieron cuentas a nombres de familiares allí residentes, alegando que era dinero procedente de la venta de una finca. Finalmente, y para mayor seguridad, cambiaron de entidad. Pero, en total, en el plazo de año y medio, ingresaron 54,5 millones de pesetas. Fruto de la Investigación del Servicio Ejecutivo y de la Brigada de Delitos Monetarios, se pudo conocer que A y B carecían de an tecedentes, pero sus padres se encontraban en prisión por tráfico de estupefacientes. A los niños olientales Al extranjero C, detenido en un aeropuerto español, le fueron in tervenidos 23,5 millones de pesetas y 5 millones de escudos portugueses ocultos entre sus ropas. Declaró que una persona conocida le había encargado transportar esa maleta «con ropas y regalos para niños de la dudad del Próximo Oriente a lá que se dirigía». Jun to al dinero, envuelto-en bolsas de plástico cubiertas con cinta adhe siva, llevaba una nota manuscri ta con un nombre y un número de teléfono que resultaron ser los del abogado con quien entró en contacto para su defensa. Investigaciones del Servicio Ejecutivo permitieron conocer que C era una persona en paro, reunía  las condiciones necesarias para actuar de «correo» o persona contratada para desplazarse a otro país para comprar drogas o colo car dinero.A por tabaco

Las personas D, E y F fueren detenidas en una frontera de los Pirineos con 53 millones de pesetas en efectivo, que pretendían expor tar sin la preceptiva comunicación. Uno dijo que iba a invertir su parte por cuenta de unos familiares en Andorra, otro aseguró que protendía importar automóviles. El Servicio Ejecutivo y la Briga da de investigación de Delitos Monetarios permitieron conocer que los tres pertenecían a una orga nización dedicada a introducir en España tabaco de contrabando. Con el dinero iban a pagar 1.125 cajas de cigarrillos, compradas a una sociedad de un país africano. La organización operaba desde el norte de España, comprando ta baco en el mercado internacional, que introducía en Europa desde países del Este, en régimen de tránsito y con destino final en el norte de Africa. 

El pago de la mercancía se realizaba mediante exportación de dinero efectivo hasta Andorra, desde donde se ordenaban transferencias a las sociedades instrumentales utilizadas, africana alguna de ellas. Las actuaciones se trasladaron a la autoridad judi cial.


La pirámide En el Servicio Ejecutivo tuvo entrada la fotocopia de una publicidad aparecida en una publicación económica sobre inversiones por el antiguo método de «la pirámi de». La empresa en cuestión ofrecía inversiones de jugosa ren tabilidad: una aportación de tan solo 12.000 pesetas podía generar beneficios de hasta 8,7 millones. La pista no podía ser más oscura. La empresa no figuraba mscrita en el Registro Mercantil, no constaban antecedentes de las per sonas que aportaban su «testimo nio» en el anuncio, ni se pudo determinar finalmente si se había llegado a producir estafa. Para ejercer una labor preven tiva, el Servicio Ejecutivo remitió las actuaciones a la Policía Judi cial.

Cartas nigerianas

Una entidad financiera comu nicó al Servicio Ejecutivo que había recibido una carta proce dente de Nigeria, redactada en inglés y firmada por G, supuesto director de una importante com pañua de petróleos, en la que solicitaba un número de cuenta para ingresar 32 millones de dóla res, capital destinado a realizar fuertes inversiones en España. El escrito aseguraba que se trataba de dinero limpio y de procedencia no criminal, que iba a ser colocado en negocios lícitos y ofer taba una sustanciosa comisión del 30 % sobre la cantidad deposita da, en concepto de intermedia ción. El Servicio Ejecutivo ha constatado que «cartas nigerianas» se reciben con frecuencia en diversas empresas, e induso en organismos o dependencias de la Administra ción Pública. Se trata, advierte, de actos preparatorios para la comi Sión de una estafa, y recomienda no dar contestación alguna, con objeto de no proporcionar papel timbrado, membretes, oficios nor malizados, tarjetas de visita de directivos ni impresos en general que contengan firmas. 

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