El acuerdo marco de la industria del Metal de Aragón (AMIMA) que han firmado la representación sindical y la empresarial plasma una aspiración antigua, que ambas partes han situado en unos 25 años, y que llevaba bloqueada mucho tiempo.

El presidente de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza, Javier Ferrer, que también representaba a la de Huesca, y los representantes patronales de las distintas asociaciones del sector del metal de Teruel, junto a la representante sindical de CC. OO, Ana Sánchez, y UGT, José Juan Arceiz, se han felicitado porque con este acuerdo se plasma la ordenación de la negociación colectiva del sector.

En una rueda de prensa todos ellos lo han calificado como "un paso importante" y nada de lo que se ha recogido en el acuerdo produce recelos entre ambas partes, en una negociación "difícil" en la que todo el mundo ha tenido que hacer concesiones y que comenzó a gestarse los pasados meses de septiembre y octubre.

La pretensión del acuerdo es que sea un documento vivo que va a ser pionero en la negociación colectiva a nivel nacional y el embrión de lo que puede ser la negociación, además de que va a permitir defender la industria en Aragón.

Además han resaltado el acuerdo alcanzado en materia de política de igualdad de oportunidades y no discriminación por razón de género que es muy avanzado con respecto a otros.

El AMIMA afecta a unos 40.000 trabajadores del sector siderometalúrgico de Zaragoza, Huesca y Teruel y será de aplicación en toda la Comunidad autónoma de Aragón con una vigencia de dos años, hasta el 31 de diciembre de 2017, y una vez finalizado se mantendrá hasta que sea sustituido por otro.

Las partes consideran que este acuerdo va a servir para homogeneizar la estructura de la negociación de los futuros convenios en las tres provincias "sin condicionar algunas cosas", porque Huesca, Teruel y Zaragoza tienen sus propias peculiaridades, y, según Ferrer, los empresarios de cada provincia son "muy celosos de su capacidad de negociación".

Según han explicado los representantes sindicales, el acuerdo va a permitir simplificar y unificar la negociación colectiva para que no se conviertan en un motivo de conflicto, así como abrir los ámbitos de negociación para la comunidad autónoma.

También se han trasladado al ámbito autonómico materias de competencia exclusiva reservadas al ámbito estatal como el periodo de prueba, modalidades de contratación, clasificación profesional, jornada máxima anual de trabajo, régimen disciplinario y normas mínimas en materia de prevención de riesgos laborales.

Al ámbito autonómico se adaptarán cuestiones en materias comunes como la estructura de la negociación del sector, las normas de concurrencia, los procedimientos extrajudiciales para la solución de conflictos y la regulación de la comisión paritaria del acuerdo marco aragonés.

Entre las materias que recoge el AMIMA figuran la promoción en el trabajo, administración de la negociación colectiva, igualdad de oportunidad y no discriminación por razón de género y fomento de la contratación indefinida.

Así como la movilidad funcional, las medidas para favorecer la conciliación de la vida laboral, familiar y personal y los derechos sindicales y régimen de información y consulta en las relaciones laborales.