La vendimia puede adelantarse en Aragón por el calor

Las cuatro denominaciones de origen vitivinícolas de Aragón: Cariñena, Calatayud, Campo de Borja y Somontano reconocen que si las altas temperaturas se mantienen la vendimia puede adelantarse en unos días, pero también que si las condiciones climáticas son favorables la cosecha será mejor.

Desde mediados de junio hasta ayer no había llovido en la Comunidad aragonesa, que sí ha sufrido, sin embargo, una larga ola de calor de casi dos semanas con temperaturas máximas que han superado algún día los valores extremos absolutos y con nocturnas también elevadas, lo que ha hecho adelantar el proceso de maduración.

Algo que no le va bien a la garnacha, que requiere un proceso lento de maduración, con noches frescas, como ha reconocido Eduardo Ibáñez, presidente de la D.O Campo de Borja, región en la que el 60% de los cultivos de vid son de esta variedad.

No obstante, Ibáñez no cree que en esta D.O haya que adelantar la cosecha porque todavía faltan dos meses "y puede haber muchos cambios", por lo que las previsiones son empezar a mediados de septiembre con la uva blanca y a finales con el resto.

En esta D.O la vendimia se prolonga hasta noviembre, según ha explicado su presidente, porque a los técnicos les gusta la garnacha "muy madura" y por eso apuran su permanencia en la vid.

En Campo de Borja esperan mejorar la producción este año en un 15-20%, por lo que de los 29 millones de kilos de uva cosechados se pasaría a 32-34 millones, porque, según Ibáñez, ha sido un buen año para el cuajo de la garnacha y porque van a lograr producción de Sirah, que el año pasado no tuvo.

En la D.O Calatayud, su presidente, José Félix Lajusticia, no se atreve a hacer una previsión de la cosecha y no cree que haya que adelantarla, "como pronto" septiembre, y aunque ha reconocido que tanto calor no es positivo porque "la planta sufre mucho", cree que todavía hay margen de reacción para que las temperaturas bajen.

Si no refresca en el plazo de quince días, en la D.O Cariñena el presidente, Antonio Ubide, cree que sería "un desastre" ya que la maduración de la uva va por delante de lo que sería un año normal.

Por eso cree que la vendimia se podría adelantar "seis o siete días" y empezar el entre el 25 y 28 de agosto en el caso de las variedades tempranas y entre el 15 y 20 de septiembre para la cosecha general.

Si el calor siguiera, además de reducir la producción también se perdería calidad, ha apuntado Ubide, quien calcula que de acuerdo al buen estado actual de las viñas, gracias a las precipitaciones de mediados de junio, cuando cayeron entre 70 y 110 litros de agua por metro cuadrado, la cosecha aumentaría entre un 12 y un 15%.

En el Somontano, el presidente de la D.O, Mariano Beroz, también ha incidido en los problemas que les causa el calor a sus viñas porque las uvas sufren "estrés térmico", si bien, el 30% de las fincas son de regadío y la sequía no les afecta.

Beroz estima un adelanto de la vendimia de diez o doce días y empezar en torno al 17 o el 20 de agosto si se mantienen las actuales condiciones climáticas.

La vendimia, que dura aproximadamente unos 40 días, empezaría con la recolección de la variedad chardonnay y continuaría con la tempranillo y las uvas blancas.

Aunque las estimaciones son una producción un 20% inferior a un año normal, será, sin embargo, un 20% superior a la de 2014, y esperan recoger entre 17 y 18 millones de kilos frente a los 15 del pasado año.

Desde el Somontano aseguran que los años secos producen una uva más sana porque se reducen las enfermedades fitosanitarias, aunque si se adelanta la maduración también baja la calidad.

En lo que también coinciden y esperan todas las Denominaciones de Origen aragonesas es que bajen las temperaturas, las noches sean frescas y caigan algunas precipitaciones.