Doscientos voluntarios participan en un experimento europeo sobre etiquetado

Se hará en un supermercado simulado para analizar cómo afecta el etiquetado a la compra.

Comprobar cómo influye el etiquetado de los productos en los consumidores es el objetivo principal de un experimento europeo de ciencia ciudadana que se realizará a partir del miércoles en Zaragoza, en un supermercado simulado para la ocasión con la colaboración de doscientas personas voluntarias.


Esta prueba se realizará del 2 al 9 de junio en las instalaciones del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) en Zaragoza, ha explicado la coordinadora del experimento, Azucena Gracia, investigadora del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), organismo dependiente del Gobierno de Aragón.


Allí, en el Centro Público Demostrador de Logística del ITA, utilizado habitualmente por las empresas, se simulará un supermercado con estanterías repletas de cajas de cereales, para analizar las preferencias de los consumidores.


Se trata de comprobar la interpretación que los consumidores hacen de los textos e ilustraciones del etiquetado de una caja de cereales a la hora de elegir un producto entre una variedad, ha comentado Gracia.


Tras el experimento en el supermercado simulado, los voluntarios, que deberán asistir a la cita sin haber comido ningún alimento al menos dos horas antes, accederán a una segunda prueba: un buffet libre en el que se les ofrecerá distintos alimentos.


Y hasta aquí se puede contar, ha señalado, ya que, para no determinar el comportamiento de los voluntarios, no se debe aportar más información sobre los objetivos finales de este experimento del que sí se puede adelantar que ha tenido una alta participación.


De hecho, en apenas unos días, la fundación Ibercivis, encargada del reclutamiento de los voluntarios, ha cubierto prácticamente todas las plazas disponibles distribuidas por género y edad, a excepción de un perfil que se resiste un poco más que el resto: hombres mayores de 45 años.


Con el comportamiento de las 200 personas que participan en el experimento esperan analizar cómo afectan los distintos factores presentes en el etiquetado en la decisión de compra final.


El consumidor español cada vez está más interesado y preocupado por esta información, ha indicado Gracia, aunque no siempre la comprenda y la interprete correctamente, debido a la dificultad que entrañan algunas de las referencias que aparecen en el etiquetado.


"Ése es uno de los objetivos de este proyecto, ver hasta qué punto la gente lo entiende y le interesa esa información", ha precisado Gracia, quien ha recordado que las empresas se están adaptando al nuevo reglamento europeo sobre el etiquetado, más exigente que el anterior.


Este experimento se lleva a cabo en el marco de un proyecto europeo de investigación sobre la influencia del etiquetado de los alimentos, llamado Clymbol, que cuenta con una financiación de 2,9 millones de euros para un plazo de cuatro años, que finalizará en septiembre de 2016.


Junto al CITA, único organismo español presente, y la Universidad de Wageningen en Holanda, participan institutos y centros de hasta ocho países europeos, como Reino Unido, Hungría, Bélgica, Alemania, Países Bajos, Suecia, Eslovenia, especializados en psicología cognitiva del consumidor, economía, marketing, nutrición y salud pública.


En el marco de este proyecto de investigación, que encara ya su recta final, se han realizado otros estudios similares al que se va a llevar a cabo en Zaragoza y, en cada uno de ellos, España ha sido el único país que ha estado siempre presente.


Esto se debe, ha comentado Gracia, a que al resto de socios europeos les interesa mucho los resultados de España por ser un país mediterráneo, con una dieta distinta.


Los voluntarios, que podrán elegir el día y la hora para participar, entre las 10.30 y las 19.30, llevarán a cabo la prueba de forma individual, para evitar comportamientos similares, ha indicado Gracia.