El consejero delegado de Pikolín, José Antonio González, ha dicho este miércoles que "estamos muy lejos de poder vender" el 'made in Spain' en mercados de fuera porque "nos han tomado la iniciativa" y ha añadido que él pondría "fabricado en Europa".

González lo ha señalado este miércoles en su intervención en una mesa redonda de la jornada 'Reindustrialización para ganar en Aragón', organizada por Deloitte y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), en la que han participado ejecutivos de las principales empresas de la comunidad.

El empresario ha lamentado que tanto en España como en el resto de Europa había una industria que se ha perdido, no solo por la crisis sino también por una cierta tendencia a la terciarización de la economía y que hay que volver a establecer para ser más competitivos.

El directivo ha reivindicado el papel de la industria a la hora de crear valor en el entorno, para lo que ha puesto como ejemplo la planta de Campofrío en Burgos, que tras su destrucción en un incendio ha conseguido el apoyo de los trabajadores y toda la ciudad para mantener la fábrica.

Asimismo, ha incidido en la necesidad de la flexibilidad laboral y ha calificado a la formación como un asunto "clave", especialmente en lo relativo a la FP, de donde provienen el 80% de los trabajadores de Pikolín.

En la misma mesa, José Juste, director del área técnica de BSH Electrodomésticos España, ha comparado la situación con Alemania, país de origen de esta empresa, y ha considerado que en formación universitaria "estamos muy bien" y con un personal "muy capacitado", algo que no se traslada a la Formación Profesional.

A su juicio, se ha cometido el error de no prestigiar este tipo de formación y ha demandado un mayor reconocimiento social para aumentar la motivación en estos estudios.

En el debate del 'Made in Spain' ha apuntado a que puede funcionar, pero solamente a "nivel interno" y, ante el escenario del sector industrial español, donde predominan las pymes, ha valorado los clusters, si bien ha abogado por una mayor colaboración entre las empresas para tomar iniciativas "de abajo a arriba".

Por su parte, el presidente de Saica, Ramón Alejandro, ha incidido sobre la sostenibilidad en las empresas desde un punto de vista global, empezando por la rentabilidad y la seguridad en sus instalaciones y en la mentalidad de la totalidad del equipo.

Ha insistido también en que es necesario minimizar el impacto medioambiental y ha propuesto avanzar en la eficiencia energética y, en este sentido, hacer "más con menos".

Así, ha señalado que el coste energético es "clave", el segundo más elevado en su caso, y ha lamentado que los mecanismos adoptados por el Gobierno no hayan repercutido en una bajada de la tarifa eléctrica, que asciende a los 80 euros por megavatio, frente a los 40 ó 50 en Alemania y Francia, respectivamente.

"Yo quiero competir con el resto de Europa en las mismas condiciones", ha exigido.

Para finalizar, Alejandro ha hecho énfasis en las ventajas competitivas de Aragón, como que más del 70% del Producto Interior Bruto nacional se encuentre a menos de 300 kilómetros de la Comunidad.