El Gobierno de Aragón mantendrá su política de control del déficit público "sin pasar ninguna línea roja", prestando los "buenos" servicios públicos que reciben los aragoneses. El déficit de la Comunidad autónoma se situó en el 0,81% del PIB el pasado mes de julio, en términos de contabilidad nacional, según ha publicado el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. 

En declaraciones a los medios de comunicación, en las Cortes, el consejero de Hacienda, Javier Campoy, se ha mostrado "moderadamente optimista" por el dato, ya que muestra que "hemos conseguido desacelerar el déficit en muy poquitos meses", situando a la región por debajo de la media de las Comunidades autónomas. El Gobierno de España ha fijado un objetivo de déficit del uno por ciento para este año. 

"Nosotros cumpliremos el déficit mientras sea compatible con la estabilidad", con la prestación de los servicios públicos, ha dicho Campoy, quien ha recalcado que "el día que no sea compatible nos replantearemos todo". 

El titular de Hacienda ha hecho hincapié en el trabajo realizado por la Unidad de Control de la Gestión Pública, que él ha puesto en marcha y cuyo cometido es optimizar los ingresos y asegurar la "eficiencia" del gasto público, una unidad que "ha dado resultados". 

El Departamento quiere "que cada euro que invertimos tenga un retorno económico o social y vamos a seguir trabajando en esa línea". Ha destacado que, a diferencia de otras comunidades, en Aragón "no hemos cerrado ningún hospital, ningún colegio". 

El Ejecutivo aragonés considera que el interés general es compatible con el cumplimiento del objetivo de déficit y la estabilidad presupuestaria, ha agregado Javier Campoy, para afirmar que "vamos a intentar que los aragoneses no pierdan ni un ápice de los servicios públicos que se prestan" en la actualidad.