Casi 90.000 autónomos aragoneses trabajan sin cobertura por accidentes

El Gobierno planificó este año igualar las coberturas con el resto de trabajadores, pero la medida se ha retrasado a 2015.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez

Las complicadas normas, la burocracia, y el coste que acarrea sigue haciendo que para la mayoría de los autónomos de Aragón siga siendo mucho más 'rentable' carecer de cualquier cobertura que acceder a ella. Según un informe sobre siniestralidad laboral y cobertura sanitaria elaborado por la Asociación de Trabajadores Autónomos, en la Comunidad hay 88.015 trabajadores por cuenta propia que no cotizan por las contingencias laborales. Esto es, tener derecho a una mejor protección en caso de accidente laboral y la posibilidad de solicitar el paro por el cese de actividad.


El dato supone que en Aragón apenas el 15% de los autónomos tienen cubiertos estos supuestos -que son completamente opcionales excepto para trabajos de riesgo-, un baja afiliación que, pese a todo, es incluso menor que la que se da en el conjunto del país (21,56%). El motivo, como explica José Luis Perea, técnico del área de prevención de riesgos laborales de ATA, reside en la obligatoriedad de cotizar a la vez por riesgos laborales y por cese de actividad, lo que eleva el pago "a unos 600 euros anuales para un autónomo medio", cuando si se desligaran "muchas más personas se pensarían acceder".


La consecuencia evidente de esta situación, como explican desde ATA, es que la siniestralidad laboral entre autónomos apenas queda registrada. El año pasado se certificaron 321 accidentes laborales de trabajadores por cuenta propia en Aragón, aunque "tuvo que haber muchos más", ya que solo quedan reflejado el 15% que cotiza a tal supuesto.

El Gobierno retrasó la reforma al chocar con las ayudas al emprendedor


Ante este panorama, los representantes del colectivo han venido solicitando durante años que se equipararan sus derechos a lo de los empleados convencionales. Una reclama que empezó a encauzarse en 2008, cuando se dio luz verde a que los autónomos solicitaran el paro por cese de actividad, aunque sin gran éxito. "Los requisitos que se solicitan son imposibles para muchas personas", comenta Perea, explicando que el autónomo que quiera recibir el subsidio debe justificar pérdidas inasumibles e iniciar una carrera burocrática que abandona el 76% de los solicitantes.


Sin embargo, el Gobierno se propuso hace ahora ya dos años comenzar a dilapidar estas diferencias. El plan, según esgrimía la reforma de las pensiones, consistiría en que los autónomos tuvieran obligación de cotizar las contingencias laborales. Pese a esto, la medida fue retrasada hasta enero de 2014 para "ayudar a los autónomos en estos momentos de crisis", según señaló la ministra de Empleo Fátima Báñez, aunque, según denuncian desde el colectivo, el paso atrás solo respondía a que el pago de los seguros chocaba frontalmente con las ayudas al emprendimiento y la conocida tarifa plana de 50 euros, cuyo precio habría subido exponencialmente.


Ahora, la mirada del colectivo se centra en la aprobación definitiva de la nueva Ley de Mutuas, que se encuentra en anteproyecto y cuyo texto contempla que se desligue la posibilidad de cubrir los accidentes laborales y la cobertura por cese de actividad. "Un escenario que daría capacidad de elección, sin lastrar tanto las cuentas de los trabajadores, pero que sí que aseguraría una mayor afiliación de todos estos autónomos que ahora mismo están desprotegidos", valoran desde ATA.