La reforma laboral que entró en vigor en febrero de 2012 trajo en su articulado muchos cambios en materia laboral. Para sindicatos y oposición, todos negativos. Para el Gobierno que dirige Mariano Rajoy, todos buenos. Uno de los cambios introducidos por la reforma laboral elaborada por el ministerio capitaneado por Fátima Báñez fue el llamado contrato de apoyo a emprendedores.

Una modalidad pensada para incentivar la contratación estable de jóvenes menores de 30 años en pequeñas empresas, aunque también puede beneficiarse personas de todas las edades. Para el Gobierno, se han registrado “magníficos resultados” y por eso Rajoy anunció hace unos días que este tipo de contratos, pensados en la reforma laboral solo para tiempo completo, también se realizarían a tiempo parcial.

Según los datos que maneja el Ejecutivo, desde su creación se han firmado 143.000 contratos de este tipo, de los que al menos 56.000 han sido suscrito por jóvenes menores de 30 años. En Aragón, entre marzo de 2012 y octubre de 2013, se han realizado 4.813 contratos de apoyo a emprendedores, la mayoría de ellos (concretamente 3.462) en la provincia de Zaragoza.

El perfil que más se repite como beneficiario de este tipo de contratos es el de joven de entre 25 y 34 años con estudios secundarios en puestos del sector de la hostelería y el comercio. , aunque también se han formalizado muchos contratos para desempleados beneficiarios de una prestación contributiva.

A nivel nacional, el comercio y la hostelería son los sectores que acumularon más contrataciones por esta vía. Madrid y Cataluña fueron las CC.AA. con mayor número de contratos de apoyo a emprendedores.

El año a prueba, lo más criticado de la modalidad

Aunque este tipo de contrato se creó para impulsar la contratación de jóvenes en empresas de menos de 50 trabajadores, también puede acogerse a él trabajadores de otras edades. Las empresas que se acogen a esta opción tienen derecho a una deducción fiscal de 3.000 euros cuando contraten a su primer trabajador, siempre que sea menor de 30 años.

Además, los emprendedores que contraten a un trabajador en paro bajo esta modalidad pueden deducirse fiscalmente el 50% de la prestación por desempleo que viniera cobrando el trabajador durante un año. Por su parte, el trabajador podrá voluntariamente percibir, junto con su sueldo, el 25% de la prestación por desempleo durante el mismo periodo.

Asimismo, las empresas pueden disfrutar de bonificaciones de hasta 3.600 euros en los tres primeros años si efectúan este contrato con jóvenes de entre 16 y 30 años, y de hasta 4.500 euros si contratan a mayores de 45 años.

Sin embargo, una de las mayores críticas que ha recibido este contrato ha sido que su periodo de prueba se extiende a un año y si este no se supera el trabajador no tiene derecho a indemnización.