Caja3, entidad formada por Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz, ha logrado cubrir el 90 % de su plan de reducción de plantilla con un total de 473 solicitudes de bajas presentadas al término del segundo plazo de adhesión voluntaria a esta opción.

Según han informado fuentes de la entidad, en el segundo periodo de adhesión voluntaria, finalizado el pasado viernes, se han sumado un total de 36 nuevos trabajadores a los 437 que ya lo habían hecho en el primero de los plazos abiertos.

Estas salidas se incardinan en un plan de reestructuración de la entidad financiera pactado con las organizaciones sindicales, que prevé 455 salidas incentivadas y otras 60 temporales, así como el cierre de 55 oficinas de la zona de expansión del grupo.

Las fuentes citadas aseguran que en los próximos días comenzarán a activarse las salidas previstas, de manera paulatina y en función de las "capacidades reales" de la entidad para acometer el proceso.

Además, y en virtud del acuerdo laboral suscrito con los sindicatos, se prevé que en los próximos días se abra un nuevo plazo de adhesión voluntaria al plan de salida de la entidad, vinculado al cierre de las referidas oficinas y al diseño de un plan de movilidad geográfica de la plantilla.

Desde Caja3 se confía en que el plan de reestructuración de la entidad se pueda llevar a cabo en su integridad con las bajas voluntarias planteadas en el acuerdo laboral

El ajuste en cuanto a cierre de oficinas está planteado por fases, a fin de adaptar la estructura de forma progresiva en función de las salidas voluntarias que se produzcan.

Focalizar la actividad

En la primera fase del plan, el ajuste se fundamenta en la focalización de la actividad en la zona geográfica tradicional del Grupo (Aragón, Castilla y León y Extremadura), siguiendo las pautas indicadas en el plan de reestructuración aprobado por la Comisión Europea, sobre la reorientación del modelo empresarial para centrarlo en el negocio minorista en las zonas tradicionales de actuación.

En total se cerrarán seis oficinas en Andalucía, dos en Cantabria, cuatro en Castilla La Mancha, tres en Castilla León, once en Cataluña, tres en la Comunidad Valencia, dos en Galicia, cuatro en La Rioja, diecisiete en Madrid, una en el País Vasco y dos en Asturias.

La dirección del grupo también ha informado a los representantes sindicales acerca de las previsiones de redimensionamiento general de sus servicios centrales, en virtud de un plan de racionalización general del número de oficinas de la red comercial, de centralización de dichos servicios en Zaragoza y de ajuste de las direcciones territoriales de Badajoz y Burgos.

Según las fuentes citadas, para acometer esta reestructuración se ofrece la opción de solicitar la movilidad a Zaragoza a los profesionales de los servicios centrales de Badajoz y Burgos cuya función o actividad se centralice en la capital aragonesa.

El proceso de reestructuración irá seguido de una reorganización general de las plantillas, tanto de la red comercial como de los servicios centrales.

La necesidad de acometer el plan de reestructuración, cuyo coste asciende a 74 millones de euros, y el saneamiento de sus activos inmobiliarios llevó a la entidad a registrar unas pérdidas en 2012 de 1.039 millones de euros.

En la asamblea en la que se aprobaron las cifras del ejercicio anual anterior, los responsables de la entidad valoraron, sin embargo, de forma positiva el futuro de la entidad una vez liberada de los activos inmobiliarios que condicionaban su crecimiento, más de 1.300 millones de euros