Ferrocarril

Adif prevé vender 423 estaciones de tren en desuso

Esta es una de las medidas previstas en la nueva política de reducción del gasto, junto con la racionalización de espacios y la puesta en venta de viviendas propiedad de Adif.

Adif tiene la intención de poner a la venta 423 estaciones de tren desvinculadas del uso ferroviario, que jalonan líneas cerradas o aquellas que no se llegaron a concluir o poner en servicio, a fin de captar ingresos adicionales, según datos de la revista corporativa de la empresa. 


Esta es una de las tres medidas previstas en la nueva política de reducción del gasto lanzada por la dirección general de Servicios a Cliente y Patrimonio, a través de la dirección de Patrimonio y Urbanismo, junto con la racionalización de espacios y la puesta en venta de viviendas de la propiedad de Adif.


Fuentes de Adif precisaron que la puesta en venta de las estaciones no se producirá de forma inmediata y que se contempla dentro de un plan para poner en valor los activos en desuso.


El director de Patrimonio y Urbanismo de Adif, Alfredo Cabello, que lidera este triple plan de lucha contra el déficit, prevé que las medidas para reducir gastos y aumentar ingresos empezarán a dar resultado en un plazo relativamente corto, como el compromiso de Adif de incrementar este año sus ingresos por alquileres en un 10 %, que van a cumplir, a pesar de la actual situación económica.


Las citadas 423 estaciones son actualmente bienes patrimoniales de Adif, y su estado de conservación es variable, en función de que estén arrendadas o no, y lógicamente, estas últimas presentan un peor estado.


En la actualidad, existen unos 1.050 kilómetros de plataforma ferroviaria que están arrendados como vías verdes y ligados a ella hay 90 edificios alquilados para distintos usos, fundamentalmente culturales, dotacionales o sociales relacionados con la vía.


En este caso, los arrendamientos se han realizado a favor de administraciones públicas, ONG o entidades sin ánimo de lucro, con el objetivo de asegurar el mantenimiento de los edificios y con una renta no de mercado, lo que hace que la venta sea compleja.


Por otra parte, 77 estaciones están arrendadas a particulares para distintos usos empresariales, que previsiblemente encuentren una mayor probabilidad de ser vendidas a los actuales arrendatarios, con los que se iniciará una negociación.


Las restantes saldrán a la venta por el procedimiento de subasta pública, igualmente con un precio mínimo, y la obligación de depositar el 25 % del importe como fianza.


Según señala en la revista el director de Patrimonio y Urbanismo, su puesta en el mercado será rápida, pero no inmediata, ya que previamente habrá de llevarse a cabo todo un procedimiento de regularización de su situación jurídica, definición del terreno que se incorporará a cada una de ellas para su venta, y otros requisitos legales.


El directivo subraya que, en ningún caso se pondrá en venta la antigua plataforma de la línea, aunque esté sin uso alguno.


En cuanto a la reorganización de espacios, el próximo verano marcará un hito en la política de ahorro de Adif, según Cabello, ya que se habrá dado un paso importante en la sustitución de espacios arrendados por propios, tanto en Madrid como en León, los dos núcleos en los que los arrendamientos son significativos.


Respecto al plan de enajenación de viviendas, Adif proyecta poner en venta próximamente entre 1.500 y 1.800, que incluyen las actualmente enajenables, las denominadas viviendas patrimoniales de Adif, y algunas de las que pueden ser desafectadas del uso ferroviario, al mismo tiempo que establece las condiciones de adquisición.


Las viviendas antiguas arrendadas se van a ofrecer a los inquilinos en muy buenas condiciones y cuando sea necesario se permitirá la compra en nuda propiedad a los hijos e incluso nietos, estableciendo al propio tiempo un derecho de usufructo vitalicio a favor del inquilino actual, adelanta Cabello.