Temor al desplome en la venta de casas tras el último esprín

El pasado mes de julio, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciaba el fin de la desgravación por el endeudamiento en la compra de vivienda así como el incremento del IVA -en este caso solo para los pisos de obra nueva- del 4% al 10% a partir del 1 de enero de 2013.

Dos medidas que llegaron como un jarro de agua fría a un sector, el inmobiliario, que cada día de crisis que pasa pierde valor, clientes y dinero. Sin embargo, uno de los efectos colaterales ha llegado este final de año en forma de repunte de ventas.

La adquisición de pisos creció un 12,8% en octubre hasta las 25.261 operaciones, con lo que este indicador encadena ya tres meses de incrementos interanuales consecutivos. Un auténtico esprín de compras del que muchos expertos dudan.

Por un lado, la subida del IVA solo afecta a las viviendas nuevas, mientras que en Aragón, la mayoría de las transacciones que se realizan tienen como objeto el mercado de segunda mano. Y aún así, la continua depreciación del sector pone en cuestión las ventajas de comprar este año.

Para adquirir un piso nuevo de 150.000 euros el comprador paga en la actualidad 6.000 euros en concepto de IVA frente a los 15.000 que tendría que desembolsar a partir de enero. Son 9.000 de diferencia, una cifra que, con los precios en caída libre, se podría compensar en solo un año, según explican en el portal especializado Idealista.com.

Y por otro lado, el ejemplo de la desgravación. Por el mismo piso, con una hipoteca de 120.000 euros -lo que desaparece es la desgravación por el endeudamiento-, el nuevo propietario ahorraría algo más de 1.100 euros al año.

Para Iñaki Ferrer, de la aragonesa API Ferrer Renueva, “pocas personas pagan hoy tanta hipoteca”. Añade que “además, nadie te garantiza que el Gobierno no quite el resto de las desgravaciones, teniendo en cuenta la línea de recortes actual”.

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) también cree que el gobierno eliminará la deducción por compra con carácter retroactivo, es decir, a todos los propietarios que ya tienen constituida su hipoteca y no sólo a los que compren su vivienda a partir de 2013.

En cualquier caso, las ventas en esta recta final del año han servido -con los plazos actuales, ya no es posible adquirir una vivienda antes de que acabe 2012- para aliviar los balances anuales de las inmobiliarias. Pero el futuro se presenta complicado.

“La realidad es que hoy en día hay un desierto de compradores, y al año que viene va a ser muy difícil vender una casa”, lamenta Ferrer. Con la compra de especulación parada por la caída de precios, y las dificultades para acceder al crédito, los expertos coinciden en que serán los bancos -y su stock de viviendas- los protagonistas del sector en 2013.