Las comunidades autónomas gobernadas por el PP han reprochado a Andalucía y Cataluña el plante en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), y les han pedido que abandonen su actitud "insumisa", mientras que las comunidades de signo contrario al Gobierno han reclamado más diálogo.

Durante el día después de que el techo a la deuda autonómica encendiese la mecha entre el Gobierno y las comunidades no gobernadas por el PP, han seguido las acusaciones cruzadas entre ambas partes, al entender unos que el Ejecutivo impone y no dialoga, y otros que las autonomías 'rebeldes' actúan con irresponsabilidad.

Cataluña no acudió a la cita en que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, fijó los techos de deuda para cada una de las autonomías, y Andalucía la abandonó enseguida anunciando a la prensa la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional. Y aunque sin demasiados aspavientos, también Asturias y Canarias votaron en contra de los planes del Gobierno.

Los nuevos límites se traducirán en ajustes para todos, pero en esta ocasión las comunidades del PP han apoyado sin remilgos a su Ejecutivo, y hoy se han esforzado en criticar la "traición" andaluza y catalana.

El presidente andaluz, el socialista José Antonio Griñán, ha tachado de "maltrato" la actitud del Gobierno central con su comunidad y ha justificado su posición en que cumplir con una deuda máxima del 13,2% del PIB para 2013 equivaldría a cerrar los 19 hospitales públicos andaluces, la mitad de los colegios y despedir a 60.000 empleados públicos.

El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, ha ido más allá al abogar por la movilización de su Gobierno y del pueblo contra lo que ha considerado una "declaración de guerra económica y financiera", algo que el presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, ve como una "política orquestada" para seguir en el "enfrentamiento".

En Cataluña, el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, ha reiterado que la Generalitat de Cataluña quiere cumplir el objetivo del déficit y ha justificado que el plante del conseller de Economía fue para denunciar la falta de diálogo del Ejecutivo. "Una cosa es que la Generalitat exprese su malestar no asistiendo a la reunión, algo que es lícito y comprensible, y otra que se intente confundir a la opinión pública diciendo que no queremos cumplir", ha manifestado.

El Gobierno asturiano también ha mostrado su voluntad de cumplir, pero ha denunciado que el Gobierno, con sus criterios, penaliza a las comunidades que menos se han endeudado, ha dicho la consejera de Hacienda, Dolores Carced.

En Canarias, su presidente Paulino Rivero ha afirmado que el Gobierno Central "estrangula, asfixia y maltrata" a las islas con el objetivo de endeudamiento que obligaría al archipiélago a un recorte de 120 millones de euros en sus cuentas.

Y aunque el País Vasco no tiene voto en el CPFF, la lendakari en funciones y consejera de Educación, Isabel Celaá, ha señalado que "no se puede gobernar a fuerza de real decreto" sino "acordando y debatiendo los temas" y ha denunciado que el Gobierno ayer no dejó ningún espacio para el diálogo.

Incluso el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha pedido al Ejecutivo que abandone el "ordeno y mando" y se reúna de nuevo con las comunidades autónomas y ha solicitado la comparecencia en el Congreso del ministro de Hacienda.

Las comunidades del PP apelan a la "responsabilidad"

En el lado opuesto, los populares dicen no entender la posición de las comunidades críticas, y presidentes como el cántabro Ignacio Diego (PP) han lamentado la "irresponsabilidad" con que han actuado porque, a su juicio, para que España salga adelante, "toca hacer un ejercicio de responsabilidad y sumarse al esfuerzo" de todos.

El valenciano Alberto Fabra, que dirige la segunda comunidad más endeudada, ha pedido a Cataluña y Andalucía que sean "responsables" porque "nadie va a salir por sí solo de la crisis" y ha dicho que "no puede haber unas comunidades que cumplan y otras que no porque al final el conjunto es lo que va a ser evaluado".

En la misma línea se ha pronunciado el vicepresidente madrileño, Ignacio González, quien cree que cualquier incumplimiento supondría "quebrar el principio de solidaridad y perjudicar a aquellos que están haciendo esfuerzos con los ajustes".

La presidenta navarra, Yolanda Barcina, ha pedido a los españoles que juzguen ellos el plantón al ministro de la consejera andaluza, Carmen Martínez Aguayo, aunque ha considerado: "Está claro que cuando vas a una reunión lo normal es quedarte y no ausentarte".

Más duro ha sido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para quien esa actitud "no solo no es útil, sino que es grave" y tampoco es el mejor método para "evitar impagos, solventar las deudas o cumplir el déficit".

Pastor, pide unidad

También la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha pedido unidad a las comunidades y les ha dicho que las "soluciones" que piden los ciudadanos pasan por "arrimar todos el hombro para cumplir con los compromisos".

Su compañero José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, ha recordado a todas las Comunidades que en los últimos años han gastado "por encima de lo que podían" y que "ahora" hay gastos que ya no se pueden "permitir".

La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, también ha advertido a Andalucía, Cataluña, Canarias y Asturias de que "no hay hueco para la insumisión", aunque ha dicho que tampoco podrían llevarla a la práctica porque no tienen financiación.

Ha alertado además de los mecanismos "fortísimos" que establece la ley de estabilidad, que van "desde recuperar competencias en cesión de tributos hasta llegar a la situación del artículo 155 de la Constitución". Y por su parte, el portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro, ha recordado hoy que "España es una" y que no puede ir cada comunidad "por su lado" y ha asegurado que, a diferencia de las comunidades del PSOE, las gobernadas por el PP "han manifestado ese compromiso con el cumplimiento" de los objetivos de déficit y, en definitiva, con "la solución a los problemas del país.