La confianza de los consumidores aumentó en junio ligeramente, una décima, por unas mejores expectativas sobre la evolución de la situación económica del país y, en menor medida, del empleo, aunque crecen los hogares que no llegan a fin de mes sin recurrir a ahorros o deudas.

Según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicada este martes, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en junio en 50,6 puntos, apenas una décima por encima del dato de mayo y moviéndose en los niveles más bajos del último año.

En junio, un 18,7% de los encuestados (frente a un 17,9% en mayo) asegura que a sus familias les resulta difícil llegar a fin de mes, por lo que han tenido que contraer deudas o echar mano de sus ahorros, mientras que un 46,3 % (frente a un 46,5 % en mayo) dice llegar justos.

Para un 55,3% de los encuestados, frente al 53,5% de mayo, la situación económica de su familia es peor que hace seis meses, debido fundamentalmente a la disminución de los ingresos familiares, la inflación y que alguno de los miembros del hogar está en paro.

En junio, un 25,3% de los encuestados (frente a un 27,9 en mayo) tiene en su entorno a una o dos personas en paro, frente a un 22,1% (frente a un 23,2% en mayo) que no tiene ninguna.

Una gran mayoría, un 81,6% en junio frente a un 81,7% en mayo, sigue pensando además que la situación en España para encontrar trabajo es peor que hace seis meses y también una amplia mayoría, un 82,1% frente a un 81,2 en mayo, cree que la situación económica del país es peor que hace seis meses.

De cara al futuro, en junio desciende ligeramente el número de encuestados que cree que la situación de la economía española será peor dentro de seis meses (un 57,7% frente a un 59,2% en mayo) y el de que quienes creen que empeorará también la situación para encontrar un empleo (un 55% frente a un 55,5% en mayo).

Con respecto al consumo, en junio el 55,2% de los encuestados (frente al 57,9% de mayo) cree que en el próximo año sus posibilidades de comprar bienes duraderos (coches, muebles, electrodomésticos y ordenadores) seguirán siendo iguales, en tanto que un 34,4% (frente al 33,6% en mayo) cree que disminuirán.

La gran mayoría, un 95,5%, no tiene planes de compra de vivienda en el próximo año, mientras que un 54,5% (frente al 48,4% en mayo) considera que los precios de los inmuebles seguirán bajando durante el próximo año, fundamentalmente porque está cayendo la demanda.

El CIS destaca cómo el ICC, que se situó en 74,9 puntos en junio de 2011, ha experimentado una fuerte contracción a lo largo de los cuatro últimos trimestres.

Pese a la estabilidad del índice, continúa el CIS, se observan pequeños cambios entre sus componentes: un nuevo descenso de la valoración de la situación, que cae 0,4 puntos con respecto a mayo, y una ligera subida de las expectativas, que sube 0,7 puntos.